Sam P.O.V
-Toca tu la puerta- me dijo Luke.
-¿Por qué tengo que tocar yo?- Yo no quería tocar la puerta era muy temprano para aguantar a profesores enfadados por no llegar a tiempo.
-Porque eres la nueva y seguramente no te digan nada.- Dijo.
Me eche para atrás y decidí que era mejor que acabara con esto lo antes posible y toqué la puerta. La abrió un profesor de mediana edad con pelo castaño y ojos del mismo color. Nos miró primero a mi y luego a Luke.
-Hemmings ¿por qué será que no me sorprende de que llegues tarde el primer día de clase?- Supiró el profesor.
-Señor Evans no era mi intención llegar tarde esta vez lo juro. Pero verá le estaba enseñando a aquí a esta nueva alumna el instituto y hemos perdido la noción del tiempo.- Dijo Luke con tono inocente. Será cabrón se ha librado de una bronca usándome como escusa y ni siquiera sabe mi nombre.
-¿Tú eres la nueva?- Me preguntó el señor Evans.
-Si me acabo de mudar de Estados Unidos- le dije
-Esta bien, podéis pasar pero que no vuelva a ocurrir.- Dicho esto nos dejó pasar y en el momento en el que lo hicimos todas las miradas estaban puestas en mi. Luke se sentó al final del todo sin echar si quiera un ultimo vistazo atrás y yo me senté en la única mesa libre que quedaba en primera fila. Genial.
-Bien alumnos, bienvenidos a vuestro último primer día de instituto. Antes de empezar me gustaría presentaros a una nueva alumna- Oh no. me tiene que estar tomando el pelo.
-Por favor levántate y preséntate- Me voy a cagar en el tío este. Como todas las clases sean iguales me voy a morir. Me levanto de la mesa y me dirijo a la pizarra y si antes todo el mundo me estaba mirando ahora más todavía.
-Me llamo Sam, tengo 17 años y soy de California- Me encontraba totalmente incomoda. La gente empezó a susurrar y hablar entre ellos.
-Bueno Sam, ¿por qué te has mudado a Australia?- ni de coña le iba a contar a esta gente por que me había tenido que mudar a su maldito país de canguros.
-Por motivos personales.- Dije cortante
-Esta bien... puedes sentarte.- Tomé asiento y empecé a contar los minutos para que se acabara este día de mierda.
Todas las clases eran un verdadero coñazo. Todo lo que estaban dando yo ya lo había estudiado hace dos años menuda panda de idiotas que hay en este país.
Terminaron las primeras clases de la mañana y tocaba ir a la cafetería. Fuí a mi taquilla y para variar ya había un grupo de chicas susurrando y mirándome descaradamente. Serán idiotas.
Me puse en fila para coger algo de comer cuando sentí como alguien me tocaba el hombro. Me giré y ví a una chica rubia, bajita y con una sonrisa en la cara.
-¿Eres Sam verdad?- me dijo.
-Si..- ¿por qué narices me está hablando?
-Yo soy Jenna y he visto que llevas en tu mochila un parche de All Time Low aquí casi nadie les conoce y me preguntaba si quieres venir a sentarte con nosotros.- Lo pensé por unos momentos y la verdad no sonaba mal, cojí mi comida y me fui con ella a una mesa en donde había más chicos sentados, entre ellos Luke Hemmings.
-Chicos esta es Sam es nueva y se va a sentar con nosotros.- Todos me dedicaron una sonrisa y se presentaron.
-Sam y yo ya nos hemos conocido esta mañana ¿verdad?- me dijo Luke mientras me guiñaba un ojo. Todos se giran para mirarme mientras yo murmuro un si y tomo asiento.
-¿Qué te parece Australia de momento?- me preguntá uno de los chicos, Adam creo que se llama. Fea, llena de entrometidos, país de canguros de mierda, país de tontos y constructores de muebles de ikea.
-Me parece distinta a California- decido decir.
El resto del tiempo en la cafetería transcurre rápidamente. Hablamos de bandas y de surf. Decido que esta gente no me cae mal.
Las clases terminan y cuando estaba apunto de salir por la puerta principal me acuerdo de que la directora me quería ver. Que ganas de tocar los huevos.
Busqué el despacho de la directora Brown y toquá tres veces la puerta.
-Samantha pasa por favor.- Me dijo en cuanto me vió entrar por la puerta.
-Supongo que te estarás preguntando la razón por la cual te he llamado- Obviamente me estaba preguntando eso. Asiento y continua hablando.
-Bien, esto tiene que ver con los resultados de el examen que hiciste la semana pasada sobre todo la parte de matemáticas. Tu examen esta perfecto pero no entiendo cómo has hecho la parte de matemáticas.- Había tenido una conversación parecida con un profesor de California que me acusó de robar el examen ya que había puesto todas las respuestas correctas de cabeza sin la necesidad de hacer ninguna operación en el papel y me dijo que eso era imposible porque él no era capaz de hacerlo y entonces le llame gilipollas o algo por el estilo resultando en una semana de castigo para mi.
-No entiendo como has podido poner todas las respuestas correctas sin hacer ninguna operación. ¿Podrias explicármelo?- Me dijo mientras me entregaba un papel con una ecuación escrita.
Empecé a realizar el ejercicio yendo paso a paso en voz alta sin escribir todavía nada en el papel y cada vez que miraba a la directora tenía que aguantarme la risa por la cara de sorpresa que tenia.
-Impresionante. Totalmente impresionante.- me dijo.
-La gente suele decir eso- Dije mientras me levantaba para irme.
-¿Puedo irme ya?
-Si, si adelante.- Murmure un pequeño adios y salí de ahi con una sonrisa en la cara. Me encanta la sensación de dejar totalmente sorprendido a alguien.
Nada más salir me encontré a mi tío esperando en el coche.
-¿Qué haces aquí?- le pregunté nada más sentarme en lado copiloto del coche.
-¿A qué te refieres?- Me preguntó Steve.
-¿No se supone que tienes que trabajar o algo por el estilo? recuerdo que me dijiste que iba a tener que coger el autobús para venir a clase.
-Recuerdas bien pero como es tu primer día he hecho una excepción.- Se encogió de hombros y se puso a conducir hacia casa.
-Por cierto Samantha, mañana después de clase tienes cita con un psicólogo.- Joder porque mierdas han tenido mis abuelos lo que pasó. Ahora me toca ir a otro psicólogo de mierda para nada.
-Es una perdida de dinero tío Steve. No lo necesito estoy bien.
-No, no estas bien. Y no pienso discutir contigo sobre ello. Toma.- Sacó de la guantera un juego de llaves y una tarjeta.
-¿Qué es esto?- le pregunté
-Es un juego de llaves de casa y la tarjeta de transporte público. Mañana te explico que lineas de autobuses tienes que coger para ir al instituto y al psicólogo.
-Genial.- Dije mientras le dedicaba una sonrisa falsa.
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Holaaaaaaaaa se que este capitulo es un poco mierda pero a partir de aquí empieza lo bueno. COMENTAD Y VOTAD!!!! un beso- Lucía!!!! :)
pd: si queréis me podéis seguir en twitter: @Luciareckless <3
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Fluorescent Adolescent
RandomSamantha Bradshaw solo quiere que la dejen en paz. Con sus comentarios sarcasticos y su mal humor su plan estaba funcionando hasta que Ashton Irwin pone su mundo patas arriba.