Capitulo 11

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Mirando hacia la inmensidad del cielo nocturno, la ciudad se iluminaba como un árbol de navidad. Con los autos marchando y la gente hablando. ¿Cuántas personas estarán felices ahora mismo? ¿Cuántas personas tienen problemas? Pensaba. El vaho saliendo de su boca y su cuerpo temblando completamente yacían en una silla de madera en lo alto del edificio.

—Entra que te vas a congelar. — Chenle lo sacó de sus pensamientos. Con él traía otra manta que puso encima de la que ya tenía.

—Estoy bien. — Dijo tiritando de frío.

—¿En qué pensabas? — Se sentó al lado de él para compartir sus pensamientos y pasar un rato juntos.

—En todo... y en nada. — Chenle lo miró. — Los extraño demasiado. — Bajó la cabeza reteniendo con todas sus fuerzas las lágrimas.

—Yo también. — Abrazó a su amigo.

—Jaemin no...— Las lágrimas no le pidieron mas permiso y corrieron por su propia cuenta. — Tal vez podríamos haberlo evitado.

—No lo sabíamos. Jaemin, esté donde esté, estará orgulloso de la gran amistad que le brindaste todos estos años.

—Pero se fue y tenía muchísimas cosas para decirle. — Seguía llorando pero esta vez mirando a la ciudad. — Ni siquiera nos permitió despedirnos.

Es un dolor imposible de explicar, un dolor inmenso y muchísimo mas a la edad de ellos. Chenle no dejó de consolarlo ni un minuto, sufría junto a él, pero como siendo mayor tenía esa necesidad de cuidarlo.

—Jisung... Cueste lo que cueste tenemos que seguir. Quédate con todas las cosas que nos enseñó y por todos los momentos que pasamos. Su tiempo llegó porque había cumplido su propósito.

—¿Qué propósito?

—Hacernos feliz.


Luego de un rato intentado calmarse, las lágrimas cesaron. En todo ese tiempo, Chenle estuvo junto a él y el silencio se había adueñado del espacio.

Pero Jisung habló. —Igualmente no fue tan bueno.

—¿De qué hablas?

—No voy a negar que fue una gran persona la mayor parte del tiempo pero... lo he visto cometer varios errores por su personalidad.

Zhong sabía a lo que se refería porque él también había presenciado lo mismo, pero nunca lo había conversado con nadie.

Varias veces estuvieron cuando Jaemin trataba mal a los managers. Fue de esas personas a las que si le decías que hacer se podría llegar a ofender.

—Una vez me dijo que... los trataba asi porque nadie se atrevía a hacerlo. — Jisung lo miró esperando a que le siga explicando. — Los managers nos han tratado muy mal a todos los miembros durante mucho tiempo y me dijo que lo hacía en nombre de todos. No le importaba que la gente lo viera mal por enfrentarse a ellos.

—Por parte tenía razón.

—Lo hizo para cuidarnos.

—Esos idiotas se lo merecían. — Y por un ratito en toda la noche se les escapó una risa entre tanto llanto.







—Hendery, nunca nos contaste que Jungwoo te había llamado. — El recién nombrado miraba para abajo. — A las 11:28 pm recibiste una llamada de Jungwoo.

—Hola Jungwoo!! ¿Qué pasó? — Le respondió con mucho carisma.

—Necesito que vengas a mi departamento. — Dijo rápido con un hilo de voz.

—¿Está todo bien? ¿Estas llorando? — Empezó a preocuparse su amigo. —Ya salgo.

La inspectora reprodujo la grabación.— La llamada duró 10 segundos. 10 segundos en donde hablaste con Jungwoo y dijiste que ibas a su departamento. Él estaba desesperado por algo y tu fuiste la última persona con la que estuvo. Luego, a las 01:24 am encontraron a Jungwoo sin vida en un callejón.

Las palabras le cayeron como mil ladrillos a sus hombros. Temblaba de pies a cabeza.


—Hendery, quedas detenido por el asesinato de Jungwoo el día 2 de marzo. Puedes permanecer en silencio, todo lo que digas será usado en tu contra. Puedes llamar a un abogado cuando salgas de sala.

Los policías procedieron a ponerle las esposas a Hendery mientras él lloraba. La inspectora ya estaba dando por cerrado el caso ya que Hendery no hablaba pero al pararse éste la frenó.

—No fue la última vez que me llamó.








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Blood - NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora