Capitulo 23

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—¿Tan temprano iras a dormir hijo?

—Si... estoy muy cansado. Después hablamos.

Se despidió de mi madre y fue a su habitación. Esto nunca lo había hecho pero tomó las llaves y cerró la puerta. Lo venía pensando desde hacía unos días, en realidad desde el accidente en el puente. No quería volver a verle la cara a sus amigos porque no quería terminar mal, o peor, siendo como ellos.

En realidad no estaba cansado, no tenía ni un ánimo en dormir por lo que se puso a ver videos en youtube. Eso videos que hacer las fans de los momentos que ellos pasaron. Varias lágrimas rodaron por su cara pero ese sufrimiento ya se le terminaría.

Se le pasó volando la hora, 2:04 am. En 4 horas tendría que levantarse para ir a la empresa, y pensó si realmente era necesario ir, si realmente era necesario seguir con toda esta mierda y hacer como si nada hubiese pasado. Si era posible seguir adelante después de todo.

Y la respuesta era no.

Preparó su mochila con las cosas que él pensaba que eran importantes y salió por la ventana de su habitación. Al darse vuelta para cerrarla, sintió toda esa maldita culpa sabiendo que su madre y familia iban a sufrir demasiado con la decisión que estaba por tomar.

Con las manos temblorosas en la ventana, la cerró despacio, llorando y derramando sus lágrimas en el jardín delantero de su casa.

—Perdón. — Dijo en un susurro. Como si su madre fuese a escucharlo. Pedía perdón por irse sin decir adiós. Por despedirse de una manera tan cortante. Por no haberle dado por lo menos un último abrazo, ni dejarla despedirse como debe.

8:34 am marcaba su celular. 28% de batería. Deseaba haber cargado antes el celular.

Ya había amanecido y el sol bañaba las paredes de toda la ciudad.

Caminó 6 kilómetros al sur, nadie iba a encontrarlo a estas horas y menos en estos lugares. Él siempre pensaba que cuando alguien quiere escapar, y no ser encontrado, debería ir al lugar que odia, porque nadie va a esperar que esté allí.

Corriendo con lo último que le quedaba, hacia el hospital mas grande de Seul, entró y lo primero que hizo fue ir a la recepción. No le importó la gente que estaba haciendo fila, esperando a ser atendida. Pensó que lo suyo era mas importante.

—Perdone...— Interrumpió a la secretaria. —Lee Jeno. ¿Estuvo aquí?— Su respiración apenas lo dejaba hablar.

—Lo siento pero necesita hacer fila...

—Es muy importante por favor. Solo respóndame.

La secretaria buscó en su computadora el nombre de Lee Jeno y luego de un ratito lo miró a Jaemin. —No.

*Para mayor experiencia recomiendo que empiecen a escuchar la canción*

—Siempre pienso en él. — Dijo con un café que le calentaba las manos.

—¿Te quedaste con cosas que decirle? — Renjun habló a través del teléfono.

—Creo que no. Lo sabía todo. Espero que se encuentre bien. — Estaba luchando demasiado para que las lágrimas no se cayeran de sus ojos aunque su amigo no podía verlo.— ¿Pero sabes que es lo peor?...

El cuerpo temblando de pies a cabeza, con los pelos de punta. No era fácil esta decisión, pero no podía seguir asi. Le había prometido tantas cosas a Jeno, cosas que no había cumplido. Lo que mas le comía la cabeza era que no pudo decirle todas las cosas que sentía, ni un adiós.

Vagando por días por las calles de Seúl, perdido. Aunque no le importaba, el final iba a ser el mismo. Su celular sin carga y con miles de mensajes y llamadas de sus familiares y amigos. Pero él no quería que nadie sepa porque irían a buscarlo. Se sentía mal por preocupar, pero la depresión le ganaba.

Llegaba el momento y no quería mirar atrás, no quería pensar mas porque no quería arrepentirse tampoco. Solo un momento de dolor y ya esta.

Parado en la cornisa del puente. 16 de mayo 11:12 p.m.

Mirando hacia el cielo, viendo todas las estrellas y él pensando que se convertiría en una de ellas. Era su decisión y debían aceptarla. No la estaba pasando bien y nadie podría arreglarlo.

Estaba por dejarse caer pero la vibración del celular lo interrumpió. Lo agarró enojado y lo tiró contra el cemento.

Ni siquiera se tomó un segundo para ver quién lo llamaba. Pero sumido en sus malos pensamientos, solo saltó.

—Que yo lo llamé.

Renjun caminaba solo por la ciudad. Era su pasatiempo favorito desde que había llegado a China. Pero cuando Jeno le dijo eso se quedó quieto esperando a que siga hablando.

—Y que si hubiera contestado todo sería distinto. — Comenzó a llorar.




—¿Recuerdas cuando me dijiste que tenías muchas cosas que decirle a Jaemin? — Jisung asintió.

Chenle lo había llevado lejos de la ciudad, donde volvía a verla como un árbol de navidad como aquella noche en la que lloraron abrazados en la terraza de la empresa. Frenaron en un mirador donde se veía perfectamente todo iluminado y una gran noche estrellada.

—También dijiste que no nos había permitido despedirnos.

—Si...— Comentó con tristeza.

—Hazlo. — Jisung lo miró. — Despídete.

Jisung lo pensó por un rato. La propuesta le había tomado por sorpresa.

—Jaemin... Esta no es la manera que me hubiese gustado despedirte... pero...

Debo admitir que te odié. Te odié demasiado porque te hubiera abrazado mas fuerte de haber sabido que era la última vez. No hay peor despedida de la que nunca planeamos. Y le sigo llorando al cielo porque te extraño hasta en mis días felices pero tengo que ser fuerte porque se que vendrán mas días en donde tu ya no estarás. Como tu decías ''la vida seguirá'' pero sigue un poco mas triste desde que te fuiste. Y voy a seguir sonriendo, aunque me esté cayendo a pedazos, como me enseñaste siempre.

Lo difícil no es decir adiós, es aprender a que no vas a volver.

A ti, mi estrella mas linda en el cielo, fuimos un cuento corto que leeré mil veces porque, a donde quieras que estés, voy a seguir creyendo que fuiste la mejor amistad que tuve en esta vida. Se que me cuidas desde arriba. A ti, no me queda mas que agradecer, por todas las cosas que nos enseñaste y por todas las veces que nos cuidaste.

Contigo entendí que debo disfrutar porque nada es para siempre. Dicen que las mejores personas llegan sin buscarlas, pero se olvidaron decir que se van cuando menos esperas. Echo de menos lo que fue y pudo haber sido. No tuvimos un final feliz pero sonreímos todo el tiempo que pasamos juntos, y solo por eso valió la pena.

No te preocupes, ya tendremos otra vida para encontrarnos y quizás todo funcione, para hacer todo lo que nos faltó en esta...

Esto no es un adiós... es un hasta luego.

Jaemin.

Gracias.

Hasta el momento en el que nos volvamos a encontrar de nuevo.

Hasta el lejano día en el que nos encontremos otra vez.

Ruego que seas feliz,

como lo fuiste desde un principio.














Fin

Blood - NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora