La Gran Conspiración

Epílogo

Si has leído mi historia es posible que no la creas o que no te importe si es verdad o no. Para ser sincero eso no es relevante. Lo único que te debe interesar es saber lo que está por venir. El resultado del nuevo orden que se aproxima trae consigo que el conocimiento sea posesión de unos pocos y que esos pocos serán quienes se adjudicaran el derecho de establecer qué es bien y que es mal según sus intereses. La libertad de pensamientos será erradicada, pero además también la libertad de creer, sentir, vivir. La masa, el pueblo, la gente perderá su capacidad de elegir e inventar. Se verá obligada a ejecutar un plan impuesto por una cúpula que resulta lejana y desconocida. La planificación mundial, el globalismo, el nuevo orden reducirá a cada persona a un simple engranaje. Siendo las diferencias únicamente cosméticas, puestos y posiciones dentro de una gran maquinaria global. Incluso las religiones serán absorbidas por un sistema religioso mundial que acusara de heréticas a toda aquella idea que no compartan. Modificaran el lenguaje y así como hablamos y pensamos. Tan solo la Élite será libre y responsable, el ser humano común se transformará en un esclavo, pero en el tipo que puede haber; aquel que ignora su propia esclavitud. Todos controlados, supervisados y dirigidos por una pequeña marca que ira en la mano derecha o en la frente. Una señal de que voluntariamente se ha decidido despojarse de la propia voluntad para ser esclavos de un mesías, un aparente salvador, el anticristo. Por eso es que hago este llamado, arriesgando mi vida, para que tú puedas saber la verdad. No creas en las mentiras que te dirán, en las promesas de una sociedad mejor, unida por la idea de la gran familia humana. Son excusas, tretas para doblegar tu espíritu y apoderarse de tu alma. Te invito a que recibas a Jesús como tu señor y salvador, que aceptes el mensaje que la Biblia te ofrece. Esa será la única forma en que podrás salvar tu alma de las garras del infierno.