16; Encarcelados

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“Fugitivos”

—Guarda eso Auron que al final caigo, de verdad, que me gustan mucho los diamantes.

—Venga Fargan, sólo metenos en la misma celda.

Listo, su paciencia llegó a su límite.

—¡Auron deja de rogarle a Fargan! Guarda esos putos diamantes en la mochila antes de que la corrupción con patas esta los confisqué. Y que sepas que no quiero compartir celda contigo, demasiado hago aguantando esto por tus gilipolleces.

—Uis...

Fargan le dio una palmadita en el hombro al moreno en señal de apoyo, antes de retirarse de la forma más profesional que pudo.

Auron se resigno a guardar los diamantes tal como le dijo el castaño y tomo asiento en su cama.

—Perdón, sólo creí que querías hablar conmigo delante.

—¿Para darte los puñetazos que el panadero no pudo? Joder Auron, no quiero decir más cosas hirientes de las que ya he dicho. Dejame un rato, ¿quieres?

De verdad le dolía tratar así a su pareja, pero no era exactamente bueno en contener su furia.

Por la mañana había salido a comprar unas cosas en el pueblo cuando se encontró al menor dándose de golpes con algunos comerciantes. Obviamente interfirió en la pelea con el propósito de detenerla, pero entre unas cosas y otras, le soltó un puñetazo a una anciana por accidente.

Así es como ambos terminaron en prisión preventiva hasta que el comisario Alexby resolviera las cosas. Aun no sabia la razón del porque Auron hizo tal escandalo en la plaza, pero en estos momentos no le importaba. "Alteración del orden público" otra cosa más a su expediente, maravilloso.

—Soy un completo imbécil...

Se digno a ver al menor al otro lado del pasillo. De verdad que se le notaba triste y culpable. Joder, odiaba hacerlo sentir así.

—Auronsito...¿me puedes explicar que paso?

El mencionado volteo de inmediato al escuchar una vez más su apodo. Aunque la felicidad le duro poco, pues debía responder la pregunta.

—Estaba dando una vuelta por el pueblo cuando escuché a ese grupo de idiotas criticarte a tus espaldas. Decían que estabas loco, ido y que deberías quitar la lava de tu casa. Me enfade mucho, supongo, es que ¿qué demonios saben ellos de lo que has vivido? ¿De lo que eso representa para ti? Yo mismo me sigo culpando y odiando porque se que ese suceso te afecta aun hoy en día, para que lleguen esa bola de retrasados a...

—Auron, darling, para.

El moreno observo como su novio se moría de la vergüenza en varias tonalidades de rojo.

—Perdón Auronsito, disculpame por favor. Dios, soy un tonto.

—Yo soy el tonto y el que debería pedir disculpas, perdoname mi niño.

—Te amo.

—Y yo a ti.

Rompiendo el momento romántico, entro Fargan con una sonrisa enorme. Había escuchado todo como la rata que es y los libero de inmediato.

—Vamos chicos, vayan a reconciliarse, ya hablaré yo con Alexby.

Agradecieron felices y salieron por donde les indico el mitad búho.

Fargan era un gran amante de los romances fugitivos.

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500 palabras

Luzuplay MonthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora