Luzuplay Month

22; Cita doble

“Recompensa”

—¡Gracias, te amo! Luego te lo compensaré.

Dijo contento el castaño a la vez que le guiñaba un ojo.

Honestamente, estaba decepcionado y algo molesto.

No iba a negar que se emociono mucho cuando Luzu lo invito a una cita. Ya llevaban un tiempo saliendo, por lo que el termino "cita" era ridículo, pues se veían prácticamente a diario y en distintos lugares, pero la propuesta formal realmente le hizo ilusión.

Todo para que ahora resultase que la verdad era que hoy se dedicarían a hacer de cupido con Vegetta y Rubius.

Resulta que el loco de la isla le pidió ayuda a su niño para poder progresar en su relación con Rubius. Llevaban aproximadamente un mes saliendo y lo máximo que hacían era besarse las mejillas. Patéticos.

En fin, su misión principal consistía en cuestionar al híbrido porque demonios era tan tímido, pues por la poca información que le propino el mayor, al parecer el mitad oso era el que le tenía miedo al progreso.

El día transcurrió con el grupo de cuatro visitando varios lugares. Cuando llego el turno de ir a la heladería, Auron vio una oportunidad de hablar con Rubius.

Se separaron de los mayores y, tan directo como siempre, el moreno soltó.

—¿Porqué no quieres besar a Vegetta?

La piel pálida del cura del pueblo no ayudó a esconder su visible sonrojo.

—¿Cómo sabes eso? Y como sea, ¿que te importa? Joder macho...

—Sí, sí, lo que digas, ¿entonces?

—Es...complicado, ¿sabes? Lo he deseado tanto tiempo que ahora que puedo simplemente me bloqueo.

No necesito más palabras. Estaba conversando con una colegiala que experimentaba por primera vez el amor. Que asco.

Palmeo su espalda a modo de terminar con la charla, dejando al rubio confundido.

Su siguiente parada y última del día fue un lago que eligió Vegetta. Un lugar muy idílico, dicho por su propia voz.

La pareja protagonista del día se sentó junto al cuerpo de agua, mientras que el y Luzu tomaron asiento más atrás, cerca del bosque.

Auron estaba convencido que su trabajo por hoy había terminado. Volteo a ver a su novio, decidido. Era hora de una recompensa.

Pronuncio el nombre del mayor llamando así su atención. A sólo unos segundos de poder besarlo, el castaño lo interrumpió en su torpe despiste.

—¿Qué te dijo Rabis?

No oculto su mirada acusadora y llena de decepción, poniendo de esta forma nervioso a Borja, que no entendía nada.

—¿Pasa algo?

—Nada, olvidalo.

—¿Auronsito...?

—Realmente creí que me habías invitado a una cita...

Luzu notó el sutil puchero que intentaba pasar desapercibido por la mirada repleta de furia que le ofrecía el moreno. Se sintió culpable y lleno de ternura al mismo tiempo. 

—Oh honey, lo lamento tanto.

Beso al menor y lo cargo aun sabiendo cuanto odiaba este la dichosa acción.

—¡Nos vemos, bitches!

De esta forma se despidió su pareja, mientras se adentraba a propósito al bosque, con el en brazos.

Bueno, al final la cita no sería tan mala.

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