CAPITULO 3

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ALEX POV

- Si si, la señora Iri traía a la jovencita entre sus brazos – mientras comía una manzana escuchaba a los soldados chismosos hablando

- ¿alguno la vio? –

- no, solo sé que era rubia... la señora no dejó ver mucho más –

- ¡LOS NECROFAGOS SE ACERCAN! – todos saltamos en nuestros sitios al escuchar tal grito

- ¡AVISEN A LA SEÑORA! –

Un par de minutos estábamos todos en la salida del palacio, la señora Iri venía con el ceño fruncido

- Alex... -me llamó

- ¿si? – respondí

- necesito que por favor cuides de Kara – me dijo mirándome fijamente

- ¿Kara? –

- una jovencita que está en mi habitación, por favor vigílala –

- pero señora... -

- por favor Alex, vigilarla es tan peligroso como enfrentarse a un ejército de necrófagos, te la encargo porque confió en ti, no me falles ¿vale? –

- está bien, mi señora – por esa mujer estaba dispuesta a dar mi vida entera

- gracias Alex... - los vi dejar el palacio para encaminarse al pueblo, y cuando los perdí de vista me encaminé dentro del castillo

Mientras me dirigía a la habitación de la señora escuchaba los cuchicheos del personal domestico

- ¡es una descarada! ¡me ha manoseado! No podré casarme – una mujer lloraba en brazos de otra

- ¿Qué está pasando? – pregunté acercándome

- la mujer que trajo la señora ¡ES UNA PERVERTIDA! – abrí mis ojos sorprendida

- ¡sí!, está caminando por los pasillos, fingiendo caerse para manosearnos... -

- no puede ser... - susurré – donde está ahora – pedí saber

- sigue por las dependencias de la señora... ¡deténgala por favor! – asentí y me apresuré a llegar

La vi caminando por el pasillo, decidí quedarme quieta para saber qué haría, y su acción me desconcertó un poco, se escondió tras de mi al escuchar la voz de uno de los guardas

- la emperatriz está furiosa – era Mon El quien se acercaba, hablaba con Leonard... otros chismosos hablando del asunto

- ¿y esta vez por qué? – Leonard estaba curioso sobre el tema

- al parecer su candente maga sale con otra mujer – fruncí mi ceño, era obvio que mi señora no saldría con la chiquilla que se resguarda tras de mi

- ¡sí!, escuché eso en las barracas, los guardias vieron a la señora Iri cargando con una jovencita... - podría ser otra cosa, mi señora es piadosa y recogió a esta pulgosa de la calle ¡eso es!

- cómo crees que muera – oh, yo también quiero apostar

- bueno, puede morir decapitada, quemada, congelada, de maneras realmente horribles – con la creatividad de la emperatriz nada de eso me sorprendería

- pobre chiquilla – ambos hombres me vieron, hicieron una leve reverencia y siguieron su camino, cuando dejé de escuchar sus voces me decidí a hablar

- ya puedes salir... - dije

- ¡CARAJO! – la jovencita retrocedió rápidamente, golpeándose contra la pared, el ruido que hizo su cabeza fue hueco, hice una mueca dolorosa - q...que demonios eres – parecía que en cualquier momento se encendería en llamas por la velocidad en la que se sobaba

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