CAPITULO 34

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MON EL'S POV

No sabía cómo sentirme, mi mamá estaba allí, tan malherida y vulnerable

- joven Mon El – J'onn estaba a su lado, se veía cansado

- ¿Qué hacen aquí? – pregunté

- entiendo que estés enojado, pero... -

- ¡no estoy enojado!, estoy preocupado... ¿Qué ha pasado? –

- es una larga historia mi señor... -

- por favor díganme que está pasando, ustedes son enemigos de este reino, no deben estar aquí... -

- tuvimos que huir –

- ¿por qué? – estaba auténticamente confundido

- él ya tiene todo el poder que necesita, ya no me necesita, y ya no hay nada que pueda detenerlo – mi madre me miraba con dolor

- de quien hablan ¿quieres explicarme que sucede? – estaba exasperado – llamen al druida, necesito que sane las heridas de la prisionera – encomendé a uno de los guardias – déjenme solo con ellos – ordené

- joven Mon El... -

- J'onn, por favor dime que pasó – pedí

- hijo, Morrigan se ha apoderado de Iri, va a desencadenar la destrucción de nuestro mundo –

- ¿Qué? ¿Quién es Morrigan? –

- una deidad relegada al inframundo –

- ¿por qué una deidad haría eso? ¡no tiene sentido mamá! –

- hace mucho tiempo, cuando el mundo era habitado por deidades y usuarios del Éter, una de ellas se reveló, deseaba el poder absoluto para sí mismo, deseaba esclavizar a la única forma de vida pensante inferior a ellos, sus hermanos mayores después de una ardua batalla destruyeron su cuerpo terrenal y encerraron su esencia inmortal dentro de un medallón, pidiendo a la primer reina Éter que fuera la guardiana... este artefacto pasó de generación en generación hasta tu tía, cuando empezaron a matarnos quise hacer algo, pero tu tía no deseaba usar tal poder, así que en medio de mi dolor robé a Beth-el e hice el ritual, como sacerdotisa tenía el poder para liberarlo, y como él no poseía cuerpo pensé que podía controlarlo y usar su poder para hacer justicia y liberar a nuestro reino, pero no fue así, él se apoderó de mí y empezó a controlarme, no pude detener la masacre de nuestro pueblo y... - tuvo que detenerse porque el llanto se volvió incontrolable, estaba enfadado y al mismo tiempo muy triste

- y todos murieron... - dije en voz baja

- lo lamento mucho hijo... lo siento... yo quería salvar a mi gente... -

- la piedra ¿Dónde está? –

- era la última pieza que el necesitaba –

- ¿para que la quiere? –

- para abrir un portal a Annwm* y liberar al mal encarnado –

- ¿no lo habías hecho ya? –

- no hijo, esos necrófagos son lo más bajo en la escala, la verdadera amenaza aún no se ha revelado –

El druida llegó y sanó cada herida de mi madre, ella volvió a su esplendor y belleza, ordené que los sacaran del calabozo y les dieran habitaciones, en cuanto los supe acomodados volví con Kara

- ¿Qué paso? – dijo mi rubia amiga

- tenemos un enorme problema – dije

- ¿tiene que ver con las personas que trajeron? – dijo Sam, yo asentí

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