LA OPORTUNIDAD

CAPITULO 26

SAM'S POV

No pude dormir en toda la noche, en cuanto cerraba los ojos, su imagen aparecía en mi mente, el temor hacia mella en mí, bajé a desayunar, el ambiente era demasiado tenso en el comedor, al parecer Kara no estaba enterada de nada, su actitud era la misma

- hoy no es requerida tu presencia – la emperatriz miró a Kara – tienes el dia libre –

- ¿de verdad? – pregunta la cachorra

- si, hay algo que necesito hacer –

- ¡perfecto! – celebra

En cuanto terminamos de desayunar, Alex se marchó a sus rondas y la emperatriz a hacer cualquier otra cosa, me quedé sola con Kara

- me gustaría ver a Iri... - dijo mientras caminábamos por los pasillos

- Kara... -

- quiero hablar con ella sobre algo... -

- Kara... -

- ¿crees que Lena lo permita? Es decir... no puede hacerme nada, absorbo su energía y... -

- Kara, Iri ha desaparecido –

- ¿Qué?, pero... -

- anoche hubo un ataque, ella desapareció –

- pero... ¿por qué no me lo dijeron? –

- es muy difícil asimilarlo... ella se ha convertido en un necrófago –

- ¡no es cierto! Sé que ella sigue ahí dentro ¡yo o sé! – era tan testaruda

- casi nos mata a todos, Kara, es demasiado tarde –

- no, yo me encargaré de encontrar a Betilo, destruiré esa cosa –

- espera... ¿sabes de esa piedra? – pregunté atónita

- sí, la deidad me ha pedido que la busque, dice que si la sello entonces el mal se irá de este mundo... -

- ¿por qué no me lo dijiste antes? –

- pues... Iri me pidió que no lo hablara con nadie... -

- esa puede ser la solución, si encontramos esa piedra entonces los necrófagos van a retroceder... -

- supongo que si... -

- ¿has averiguado algo? – pregunté impaciente

- no, pero tengo en mi poder el diario de una tal Lillian –

- ¿Lillian? – estaba sorprendida

- si ¿sabes quién es? –

- sí, ella es la madre de la emperatriz... -

- oh, la mamá de Lena... Sammy, lo único que sé es que el cristal de Betilo está muy cerca... -

- buscaremos en todos los rincones del palacio, tenemos que encontrarlo – dije, tenía esperanzas de recuperar a mi mamá

Fuimos a la habitación de Kara, nos encerramos juntas y ella se dirigió a su cama, sacando aquel cuadernillo de su escondite bajo la almohada

- este es el diario – me lo mostró

- ¿podemos leerlo? – pregunté

- supongo que si –

- recuerdo que mamá habló de la tal Lillian en algún momento de mi niñez... ella dijo que esa mujer fue su discípula –