Me desperté medio agitado, como si me hubieran golpeado al igual que a una bolsa de boxeo pero no es esa la realidad, la realidad es que estoy atado a una silla en una habitación blanca con ropa negra y un espejo al frente mío, me observo con mucho cuidado en el espejo porque veo las marcas de mis ojeras de bajo de mis ojos, mientras que mi mirada se pone sería mirando la ropa que llevo puesta.
No logro entender porque justamente tengo un espejo apuntando hacia mi, es un vidrio tan transparente que podría notar hasta mis huesos, ver cómo mi corazón late pero hay algo más que me llama poderosamente la atención en todo esto y es que tengo ropa negra con muchos puntos suspensivos, además hay algunas raíces. Es extraño.
Mis manos están atadas, pero eso no me interesa porque quiero armar este rompe cabezas de las señales que me da la ropa, el espejo, mi mirada y sobretodo los dibujos que tengo en este pijama de eso que usaban antes los judíos, solamente que este es distinto.
Ahora mi cuerpo me pide descansar porque siento la debilidad en mi memoria, en mis manos, ya no me puedo sostener ni a mí mismo y debo mantenerme fuerte, buscar una explicación a todo este encierro extraño que espero entender en cuanto despierte mañana.
Son acertijos que simplemente un sabio podría resolverlo, lo digo con tanta seguridad que me da escalofríos en la nuca .
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Un Año Sin Rosas Ni Dioses
PoetrySeguramente se te apagó el cigarro, se en frío el café, el vino ya no huele a uvas, el te es de jengibre y tús lágrimas se secaron por el frío que recorre en tu cuerpo.