Desierto

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Me desperté con muchos recuerdos que me dejaron en un desierto lleno de personas que pasaron por mi vida, personas que estuvieron solo unos segundos, unos minutos, días o años. Estaban ahí en ese mismo desierto en el cual cada uno tenía una mirada fría y también tenían sus manos puestas en el corazón como si les faltara algo, eso que le falta a muchos de nosotros en algunas ocasiones.

Miraba cada rostro sintiendo esos vacíos tan fuertes en mi pecho, mientras más caminaba más personas aparecían de la nada, donde cada una de ellas estaban ofreciendo a que sus manos sean agarradas, juro que no entendía nada por unos largos minutos hasta que me quebrante desde mi interior lo que termino causando unas lágrimas, en ese justo momento entendí que las personas que vi al principio eran las que me habían dado todo lo que a mí me faltó y las otras personas que ofrecían que les agarren la mano eran personas que necesitaban ayuda .

Era un desierto que jamás había visto, ni si quiera en mis sueños pero era el tiempo de verlo de una manera muy fuerte para mis gustos porque a veces la realidad me sorprende mucho más de lo que espero, lo que significa que no solo había personas, también recuerdo que se encontraban lugares por los que pase cuando era simplemente un niño, era una locura lo que había vivido, esto era más que un maldito deja vu que pasa por unos segundos. Cuando me di cuenta por los lugares por los que me encontraba caminando quise ir me de esas visiones pero no podía porque en lo más profundo de mí quería estar allí, sentirme bien por unos minutos.

Les puedo jurar que en unos segundos estaba en el aire mirando todo, como si pudiera tener control pero no era cierto

No solo eso me paso, también me veía a mí en distintas emociones, como si pudiera cambiar alguna ocasión de las que estaba presenciando pero era inevitable, al frente mío tenía como un vidrio que no me permitía pasar a esa realidad, así que debía aceptarlo me gustara o no porque ya los tiempos estaban marcados. Solo me observaba y gritaba por la razón que necesitaba abrazar a ese niño que lloraba desconsoladamente por problemas que no tendría que haber pasado, quería decirle a ese niño que todo estaría más que bien algún día.

Me desperté o volví a la realidad, no lose pero sentía tanto vació que me prometí no volver a pensar en el pasado como lo hice hace unos minutos atrás, no quería recordar en ese desierto que me envolvió de emociones encontradas, de sueños que jamás cumplí, de encontrarme con gente que me había dañado y que también lastime. Maldito desierto que hizo madurar de golpe.

Un Año Sin Rosas Ni DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora