Me desenredo

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Las soga las tengo en los pies que me tiran cuando quiero empezar a correr haciendo que no avance mientras que dejan marcas que arden, en mi boca tengo un trapo negro atado para no hablar de nada, mis manos están atadas al igual que mis pies y en mi cuerpo se notan los huesos mientras sudo las lágrimas que me guardo, el frio que recorre por mis venas me en frían a medida que soplan los vientos logrando sentir el dolor en mis huesos, solamente tengo algo que se mantiene vivo entre la llegada de otro golpe bajo.

Mi mente está estable en medio de tanta crisis de mis decisiones que se me hace incomprensible entender como llegue hasta aquí sin desearlo sin intención alguna.

Ahora mismo mis palabras, mis ojos, mis silencios son más fuertes que cualquier otra expresión que exista sobre esta humanidad tan escasa de amor y con mucha inteligencia, busco el sol entre los vientos, busco los océanos justamente para sumergirme sin temor de lo que pasara.

Un Año Sin Rosas Ni DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora