Final

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   Sonrió para él mismo mientras lo veía dormir a su lado, como si hoy no fuera el día en que tenía que irse a Seúl. Los meses habían pasado a toda velocidad y su relación simplemente había mejorado con el paso de los días. Si alguno de los dos se sentía mal, solo era cuestión de segundos para que el otro le sostuviera entre sus brazos y le brindara todo el apoyo que necesitaba en ese instante.

   Ni siquiera necesitaban preguntar al otro que era lo que les acomplejaba, porque ambos se sentían con la suficiente confianza como para dar a conocer sus sentimientos. Su confianza en el otro había aumentado y afortunadamente su amor seguía siendo el mismo desde la primera vez que se vieron a los ojos.

   Era extraño para Taehyung todo el tiempo que había pasado e incluso así, podía sentir las mismas mariposas en su estómago de meses atrás cada vez que Jungkook le sonría, tomaba su mano o lo besaba, pero al saber que su novio también se sentía de la misma manera solo lo volvía algo especial.

   Habían decidido aprovechar los pocos meses juntos que les quedaban, por lo que las visitas del menor a su casa habían empezado a aumentar con el paso de los días. Solían tener conversaciones infinitas sobre ningún tema en especial o hacer tarea en las que el pelinegro fingía no entender solo para obtener la atención de Taehyung, hasta que terminaba dormido en su cama. Ni siquiera podía decir que le molestaba tener poco espacio donde dormir, porque eso solo le daba una excusa para poder abrazar a Jungkook. También a veces jugaban videojuegos, había descubierto que Jungkook era algo competitivo cuando jugaba, pero eso solo lo hacía aún más adorable, que incluso en ocasiones lo dejaba ganar para poder admirar la forma en la que sus ojos brillaban.

   Eso era algo que tampoco había cambiado en absoluto, Jungkook podría crecer, pero aquellos grandes ojos que le mostraban el universo jamás se irían y Taehyung no tenía problemas en seguir viéndolos brillar.

   —Uhm... ¿Qué haces?

   Fue lo primero que dijo el menor al abrir sus ojos y ver la forma en la que Taehyung lo miraba. Habían decidido pasar la noche antes del viaje de Taehyung e ir a la estación de trenes juntos, para que Jungkook tuviera la oportunidad de despedirse adecuadamente de él.

   Habían pasado la noche regalándose pequeñas confesiones de amor, como si nunca antes lo hubieran escuchado del otro, pero Jungkook solo podía recordar aquel suave y profundo beso que ambos habían compartido antes de irse a dormir algo avergonzados.

   Acarició el cabello del menor, apartando de su frente los pequeños mechones desordenados y sonriendo al ver la forma en que Jungkook luchaba por no volver a dormir debido a sus caricias. —Solo pensaba en lo lindo que eres.

   —¿Vas a besarme de nuevo? —Pregunto el menor ahora con sus ojos cerrados, incluso si ya se encontraba completamente despierto, porque de esa forma era menos vergonzoso el estar anhelando otro beso como el de aquella noche.

   —¿Debería?

   Sonrió al ver la forma en la que las mejillas de Jungkook se tiñeron de rojo, pero olvidando completamente lo avergonzado que se sentía cuando segundos después sintió los labios de Taehyung sobre los suyos y el ligero agarre de su cintura. Se fue relajando hasta llevar sus manos al cabello de su hyung, enredando sus dedos en cuanto sintió como Taehyung mordió su labio inferior con algo de fuerza.

   El mayor se separó un poco en busca de aire, sonriendo al ver que Jungkook estaba necesitando aquel beso tanto como él. Su boca estaba entreabierta, intentando regular su respiración al igual que los latidos de su corazón en el momento en el que sintió nuevamente los labios de Taehyung sobre los suyos, permitiendo que su lengua explorara su boca.

𝑰𝒏 𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑬𝒚𝒆𝒔 🍑「𝑻𝒂𝒆𝒌𝒐𝒐𝒌」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora