3.

1.8K 258 25
                                    

   Jungkook se había ido después de aquella conversación sin decir mucho más, dejándolo con la caja del almuerzo al lado de su casillero sin poder moverse. Su corazón iba a toda velocidad, porque los ojos del menor habían brillado con tanta intensidad, haciéndolo saber qué había hecho lo correcto al recibir el almuerzo.

   Pero sin duda, su peor ataque fue en ese instante, justo antes de irse y dejarlo solo. Aquella sonrisa que se dibujó en su rostro y la forma en la que en las esquinas de sus ojos se formaban pequeñas arrugas dejando ver su genuina felicidad, había sido capaz de borrar todas sus defensas.

   ¿Puedes ser más idiota, Kim Taehyung?

   Camino hacia la azotea intentado que el recuerdo desapareciera de su mente, más parecía no querer irse de su cabeza, pues no podía dejar de volver a recordar su sonrisa y la manera en que sus ojos brillaron.

   Se sentó al lado de Jimin, quien parecía notoriamente divertido ante lo desorientado que se veía Taehyung. Arqueó una ceja en cuanto el menor estiró sus brazos, mostrándole la caja del almuerzo que momentos antes había sido sostenida aquel pelinegro.

   —Él me dio esto y no sé por qué.

   Rio, viendo cómo el castaño frunció el ceño. —Tal vez por qué le salvaste la vida y tú lo aceptaste, eso es nuevo.

   —No, yo...

   Decir que estaba avergonzado de tener que hablar sobre esto con Jimin era poco. Sus mejillas se tiñeron ligeramente de rojo, odiándose por no poder reprimir sus sentimientos cuando estaba frente a su amigo.

   —Así que a mi TaeTae le gusta alguien.

   Suspiró, porque todas esas emociones con solo recordar la mirada que el pelinegro le dedicó, lo hacían sentir confundido. —N-No lo sé.

   —¿Cuándo fue la última vez que a mi bebé le gustó alguien? —Tomo sus mejillas apretándolas suavemente, sonriendo al notar como Taehyung parecía aún más apenado.

   No recordaba exactamente cómo era el estar enamorado, pero en definitiva nunca había sentido algo como lo que Jungkook provocaba en él con aquellos pequeños gestos. Jungkook no tenía por qué decir nada, pero lograba alterarlo de una manera que no lograba entender, con solo una mirada.

   —No Jimin no entiendes, me hace sentir extraño. No es lo mismo.

   —Ya lo veo, te has estado encerrando por demasiado tiempo en ti mismo —Lo escucho suspirar mientras las manos que antes estaban en sus mejillas acariciando su cabello suavemente—. Supongo que me agrada ese chico porque te hace feliz.

   —Pero no estoy sonriendo.

   Jimin río. Taehyung era en verdad como un niño que poco conocía del mundo, pero que se había terminado alejando de todo por medio a no ser la persona que esperaba una vez lo conociera. Incluso si él no lo demostraba, tenía la certeza de que su corazón brincaba de alegría ante el pequeño regalo que le había dado el pelinegro y el que hubiera aceptado el almuerzo, solo era signo de que estaba en lo correcto.

   Ah, por fin está dejando que alguien entre a su vida aparte de mí.

   —Taehyungie no necesita sonreír para saber que está feliz de que aquel chico le regalará el almuerzo.

   —Jungkook, su nombre es Jungkook.

   Arqueó una ceja, sorprendiendose por haber sido corregido. —¿Lo ves? Muy tierno.

   Abultó su labio inferior empezando a comer, sorprendiendose al comprobar que tal vez era el mejor almuerzo que alguna vez hubiera probado. Sonrió, pensando en las palabras de Jimin y deseando que el menor pudiese ver su gratitud en sus acciones la próxima vez que se vieran, así como él era capaz de ver el universo en sus ojos.

𝑰𝒏 𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑬𝒚𝒆𝒔 🍑「𝑻𝒂𝒆𝒌𝒐𝒐𝒌」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora