Guardián de la luz del día

31.

Estúpido beso. Estúpida Key.

El estúpido baile invernal a pasado y yo sigo pensando en lo que hice aquella noche.

No comprendo siquiera por que lo hice, sabia que lo deseaba; pero rompí mi código como guardián, y eso sabia que traería consecuencias para mi y para ella; aunque sin duda alguna, mas para mi.

Durante estos días he decidid ir a un bar. Claro; al estúpido de Suga, no se le puedo ocurrir una mejor opción que ir a tomar, para tratar de olvidar hasta el mas mínimo detalle de sus estupideces.

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­-Estúpidos sentimientos humanos-

Toque mi pecho.

Lo único que deseaba en estos instantes era sacar lo que por algún motivo me impide olvidarla. Quiero olvidar todo, hasta el mas mínimo detalle de esa noche.

-Por que no puedo volver a ser como antes. Cuando es que podre irme. Eso es lo que quiero; irme-

Camino por las frías calles de Helsinki. No se donde estoy y hacia donde voy. Por que claramente no lo se, pero por alguna razón mis pies conocen el camino a un lugar; el cual al ver su interior, lo único que me hace es recordar.

Recordar la vez en la que vi tomada a Key por primera y única vez.

Decido entrar y presiono el botón que se encuentra a un costado de la mesa, En unos segundos un chico se encuentra cerca mio para tomar mi pedido; una palabra es la única que sale de mi boca.

-Soju-

Segundos mas tarde el chico esta de vuelta, y coloca esa botella color verde junto con un pequeño vaso.

-Por que decidí hacer eso aquel día- Abro la botella y la sirvo en mi vaso- Se que mi objetivo es hacerte feliz, pero- Tome el vaso y comencé a examinarlo- Yo no quiero que estés con él, yo quiero que estés conmigo-

Y bebo de un solo trago su interior. Logro sentir como el liquido baja por mi garganta con un sabor amargo. Tomo la botella de nuevo y sirvo un poco mas en mi vaso para continuar bebiendo.

Una. Dos. Tres. No se exactamente cuantas botellas he pedido, perro la voz del chico me hace creer que me veo pésimo para que el diga algo así.

-Señor, creo que debe irse-

Tome mi cartera y saque dinero de su interior para colocarlo en la mesa.

-Gracias-

Un frió viento choca contra mi cuerpo, al instante llevo mis manos a los bolsillos de mi sudadera. Me siento cansado, mareado, me duele un poco la cabeza y siento mis pies pesados como nunca los había sentido.

No comprendo como es que llegue al departamento de Key.

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Eso es lo único que recuerdo.

Bueno; ademas de que me desperté con Key a un costad mio aferrándose a mi brazo con un paño en una de sus manos.

-Por que te portas tan linda conmigo. Me gusta, pero debes dejar de hacerlo, de lo contrario las consecuencias serán graves-

Eso es lo que menciono antes de que ella despertara y preguntara si estaba bien. Creo que desde ese día las cosas empeoraron.

Decidí alejarme de ella lo mas que pueda, de hecho ahora mismo esta decorando el departamento mientras que yo, miro la televisión.

­-¡Hey¡ Suga necesito que me ayudes con esto-