"Las creencias y sueños son compartidos por personas especiales. Mensajeros de los guardianes que comparten la magia y espíritu para que otros puedan creerlo, creando una cadena de esperanza"
Esperanza, Sueños. Todos tienen un poco de ello; por mas que tengan una vida miserable, el universo puede compartir contigo momentos que realmente impregnaran en ti algún tipo de magia o recuerdo que por mas que te cueste liberar lo tendrás atado a ti, porque es quien te recordara quien eres en verdad.
Niñez. Esa palabra que es sinónimo de 0 preocupaciones, felicidad eterna, juegos, pocas responsabilidades, y un futuro pintado con los mejores colores que tu caja de crayolas te pueda dar.
Eso es lo que recuerda ella cada que se remota a esa época en la que era tan feliz.
-Key, ven, tenemos que acomodar la biblioteca-
-Ya voy-
Ese era su padre. Cuando aun estaba con nosotros. Y me refiero con nosotros por que el era...... uno de nuestros mensajeros. Una de las personas que creía fielmente en nosotros, su espíritu y conocimiento acerca de otras áreas como la astrología, mitología e historia, así como estructura del alma, lo hacían la persona perfecta para transmitir la idea de que existimos.
Un Padre excepcional.
Cuando Key tenia apenas 5 años no se separaba de el, tenia algo especial. Ella lo sabia. Muy aparte de que era su padre siempre tenia algo que contarle; historias, anécdotas, era como su caja del tesoro, ya que contenía un sinfín de hechos que solía imaginar un centenar de escenarios.
Actualmente seria comparado como la persona mayor que ha vivido 100 años, y que no guarda silencio, recordando todo lo que hizo en su juventud.
Creo que le hubiera gustado verlo de esa manera.
John Stain.
Ese era su nombre, la persona con la que podrías pasar un día entero en medio del desierto o en una isla en medio de la nada y no te preocuparías de nada por que prácticamente tenia el poder de que perdieras cualquier preocupación y dolor.
Ahora que lo recuerdo; El señor John era el analgésico de Key. Cuando la muy torpe perdía alguno de sus colores, se preocupaba por lo que su madre podría hacerle por perderlo; buscaba por debajo de los sillones, inclusive pedía permiso a su vecino para buscarlo en su jardín.
Mientras que yo me reía en su cara por que lo llevaba atado al pelo, o en ocasiones los tomaba, y me llevaba uno que otro, me gustaban. Ademas necesitaba con que escribir en mi cuaderno.
-Padre no lo encuentro-
Meneaba su cabeza una y otra vez, mientras que yo reía a lo lejos.
-Si supieras-
Su padre se acerco y dio unos ligeros golpecitos en su cabeza.
-No te preocupes Key, ya veras que lo encontrare, le pediré ayuda a tu guardián-
El miro en mi dirección.
Siempre había querido saber di de verdad podía verme, o solo eran imaginaciones mías.
-¿De verdad?-
Limpio las lagrimas de su rostro y la abrazo.
-Si, él me ayudara-
Esa tarde decidí regresar ese color y lo deje a un costado del escritorio del señor John. Bueno era cruel, pero no tomo lo que no es mio.
En fin. Sin duda alguna, un recuerdo que suelo conservar en la memoria de Key, es cuando su padre le contaba acerca de nosotros, y es que cuando el decía que la ayudara a acomodar los libros de la biblioteca significaba que parte de la tarde y de la noche, contarían historias acerca de la mitología, ademas le contaba acerca de nosotros.
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Guardián de la luz del día
FanfictionDesde tiempos remotos nuestros padres nos cuentan historias sobre seres que cuidan de nosotros. Pero........ ¿De verdad existen? Key es una chica que ha tenido una vida difícil, que ha dejado de creer. Sin embargo, el destino le coloca a alguien en...