Please - CHAENNIE

Prólogo

Dentro de unos días, sería el cumpleaños de su pequeña sobrina y no encontraba algo que le gustara ¿La mochila de unicornio? ¿La paleta de maquillaje con forma de mariposa? ¿El vestido de Elsa?

Aunque no importa cuántas cosas vea o cuántas cosas piense en comprar, no podía conseguir ninguna.

Vivía con lo poco que tenía. Una casa del tamaño de un baño público, un sueldo bajo, muebles en mal estado, ropa barata y no solo ella vivía en esa bazofia sino que su única familia estaba en el mismo estado. Su hermano mayor y su sobrina, que pronto cumpliría los seis años de edad, estaban peor que ella.

Por eso estuvo ahorrando dinero para poder hacerle un regalo a su pequeña y linda sobrina. Pero no importa cuanto tiempo trabaje y cuanto se esfuerce no podía. Tenía que pagar para mantenerse a si misma y no podía darse ningún lujo.

Su corazón empezó a doler. No sólo por el hecho de su situación sino de lo egoísta que estaba siendo pensando en ella misma y sin  pensar en otras personas que sufren más que ella.

Se sentía mal por su sobrina de casi seis años, que no podía ser como una niña común. No podía ir al kinder ni ver televisión, no tenía amigas, carecía de juguetes, no tenía la oportunidad de leer libros entre otras cosas que la rubia no soportaba.

Sin ser consciente una lágrima salió de sus bellos ojos. Su mirada estaba puesta en el unicornio de juguete mientras que su mente estaba en otro mundo.

Una bella castaña entró a la juguetería en busca de un regalo para su novio. Su mirada fue directamente a la de la rubia quién estaba mirando el juguete de unicornio mientras lágrimas recorrían sus mejillas. La chica decidió dejar de mirar el peluche y salir del lugar. Pasó al lado de la castaña con la mirada baja y ella no pudo evitar mirar de nuevo al unicornio.

En la calle todos veían a una linda chica rubia de cara colorada y mojada. Pena se veía en los ojos de los demás, y eso a ella le molestaba.

- ¡¡Espera!!- una castaña con ropa de marca, maquillaje en toda la cara y el unicornio en las manos se acercó a ella- Ten - la chica le extendió el peluche- lo estabas mirando y supuse que lo querías - una pequeña sonrisa se asomó en su cara.

- Lo siento, no lo puedo aceptar - dijo retrocediendo unos pasos- pero gracias.

- En serio, ten - dijo insistiendo - Por favor, llévatelo. Yo no lo necesito y me sentiré mal si no lo aceptas -dijo la castaña haciendo un tierno  puchero.

- Está bien- dijo la rubia con una gran sonrisa en la cara.

- Mi nombre es Jennie -dijo la castaña estirando su brazo.

- Soy Rosé, un gusto - dijo tomando la mano de su contraria con una gran sonrisa sabiendo que ya tenía regalo para su sobrina, que había gente buena en este mundo y que probablemente había conseguido una amiga.

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AAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!

Bueno...besos en la cola

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