34. Un año.

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Cole

Perdón, perdón por sentir esto que siento, es mucho más fuerte que yo, siempre ha sido más fuerte que yo, desde el primer momento lo fue, de no serlo aún seguiría en mi pequeña barrera, pero al verte experimente el querer, tú excedes los limites de lo que es el querer y rompistes sin más mis esquemas, ese prototipo ideal que habia imaginado por años, porque una magia creció dentro de mi al verte por primera vez sin poder evitarlo, nada Volvio a ser igual entonces y juro que lo intente de mil maneras lo intente, intente olvidarte, alejarme, porque sin saberlo me mostraste sentimientos que jamás había experimentado, unos buenos como las millones de mariposas en mi estómago aleteando sin parar, como esos que al besarte me hacen suspirar haciendo mi corazón débil, débil por ti y es que siempre lo fue, desde el primer instante el pobre quería adherirse al tuyo, pero al final nunca logre entrar, siquiera tocar la calidez que este trasmitía.

Habían otros sentimientos no tan buenos como el sabor amargo de los celos, el saber que tu amor por ella siempre será más fuerte que lo que has llegado a sentir por mi, duele remar contra la corriente, amarte y saber que ese lugar que tanto ansío es ocupado por alguien más, todo lo que me hiciste sentir forma parte del querer... del amar sí, porque eso siento por ti y fue inevitable no sentirlo, perdón porque es que mi mundo se tambalea al verte y pierdo los sentidos de todo, todo parece ser azul, como el azul de tus ojos que es tan intenso como esto que siento y crece sin perderlo parar, debo decirlo porque me quema, tal vez no soy para nada lo que quieres porque soy una niña tonta ante ti, lo has dejado claro un montón de veces, una niña que no ha podido evitar enamorarse.

Perdón Cole, perdón por amarte, por amarte de esta manera tan pura y real, porque si algo siempre querré será tu felicidad, verte feliz así sea al lado de alguien más, verte reír y saber que tienes paz, amor, una parte de mi se queda contigo, ya no puedo ser igual, una parte de ti siempre estará conmigo, se feliz, se cuando retirarme y se que debo hacerlo ahora de lo contrario no podré encontrarme nunca y merezco ser feliz ¿no es así? al menos tener paz, pero siempre te amare Cole Sprouse, sin remedio te amaré.

Lili.

Estaba ahí tirado en el frio piso de mi apartamento, mire todo hecho trizas a mi alrededor, mis ataques de ira había empeorado, mi humor era un asco, había leído esa bendita carta tantas veces que ya parecía haberla memorizado, empuñe mi mano arrugando la hoja con su delicada letras, ¡maldición! Porque todo en ella tenía que ser así, delicado, suave, su aroma estaba esparcido en el lugar y a pesar de haber pasado unas semanas ya no parecía irse. No insistí más, esperaría a que regresara a Princeton, la buscaría y arreglariamos las cosas.

Senti que la puerta se abría, era Dylan y Ben, esos imbeciles que solo habían empeorado todo con aquella conversación, ella imagino que hablaban de ella y no era así, hablaban de la arpía de Amelia, de no ser por su estado la abria acabado, la abria estrangulado con mis propias manos, como se atrevió a herirla, a tan siquiera pensar en lastimarla, toda esa mierda era mi culpa, yo y solo yo era el culpable, jamás debí aceptarla de vuelta a mi vida, me había destruido y no solo una sino muchas veces, dolia más saber que la había dañado a ella. Con la ayuda de un amigo de Ben pudimos ver todo lo que Amelia había enviado a mi teléfono, ese audio que había grabado Frida cuando fue a la empresa, todo fue una maldita trampa y yo caí como el más imbécil del mundo.

— Ya hicimos lo que nos pediste — escuche que decía Ben, pero estaba tan ajeno a todo, solo pensaba en su rostro dolido, lucia insegura, cada palabras que pronunciaba sonaban frias, no parecía mi lili, su miraba cargada de odio y temor a la vez, la amaba y ella me odiaba.

Me creía un monstruo que solo jugó con ella, pensaba en lo débil y lastimada que se hallaba, pensaba en como se había entregado a mi en esa madrugada, en su cuerpo pegado al mío, en lo placentero y perfecto que fue, en que jamás ninguna otra mujer me haría sentir como ella, necesitaba recuperarla o enloqueceria.

Perdón Por Amarte         |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora