20. Creo que ya la quiero.

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Cole

¡Mierda! Mierda y mil veces mierda, me sentía irritado, mi cuerpo echaba fuego de solo pensar en que ella le podía dar cabida a alguien más, de que resultara ser como... no, no, ella no era Amelia, pero el veneno de los celos y el engaño ya estaba impregnado en mi cuerpo, ya había ensuciado mi sistema haciéndome dudar, haciendo de mi un ser desconfiado, enfermo por los celos, no sabía si algún día volvería a ser él de antes, si volvería a entregarme por completo. Había decido darle una sorpresa a lili pero el sorprendido fui yo al ver a Casey abrazarla con tanta familiaridad y aún peor ver que ella no hacía nada por apartarlo. Abrí la puerta del auto dispuesto a marcharme cuando su pequeña mano en torno a mi muñeca me detuvo, mire su mano con algo de repugnancia, ella al ver mi gesto la quitó mientras que sus ojos ya se tornaban algo tristes, me miraba llena de temor.

- Hablemos - susurro - no quiero que pienses algo que no es - sonreí con un amargura.

- ¿Que tengo que pensar? - la vi morder su labio inferior y quise besarla, ese pequeño gesto despertaba todo mi cuerpo queriendo montarla a mi camioneta y devorarla a ahí - Me estas dando motivos lo sabes, ¿Quieres hacerme un desconfiado? un desquiciado como lo hizo Amelia - negó ya con su mirada nublada y el que fuera tan vulnerable me hacía sentir un idiota, lo era, porque carajos tenía que haber nombrado a amelia.

- No soy ella Cole y.. - su voz se había vuelto más débil como si fuera posible, hablaba en lo que parecía ser un hilo - me molesta las comparaciones, Casey es mi amigo y... y no dejara de serlo - dijo intentando sonar firme en su posición, asenti mirando a los lados, al bullido de estudiantes que ya salían rumbo a sus residencias, otros al gimnasio, ya la hora de descanso había llegado.

- Bien entonces ve con tu amigo Casey - subi al auto dejándola ahí con su boca un poco abierta sin poder creer que me marcharia, encendí dispuesto a emprender camino a cualquier lugar alejado de ellos.

Así había sido Amelia, Troy era un simple amigo, Abel había sido un simple amigo, todos eran simples amigos con los que después terminó besándose y teniendo una relación estable incluso con el primero de ellos, había sido un estupido y no estaba dispuesto a volver a jugar ese papel, pero entonces recordé la estupida promesa del día anterior, prometer intentar dar lo mejor de mi, no lastimarla, lili no era ella, pero ya me había vuelto un celoso compulsivo y.. ¡mierda! Golpee el volante dandole después de mi pequeño arrebato de ira, vuelta a este, ya iba saliendo del campus, asi que cambie la dirección para entrar en este nuevamente, conduje rumbo hacia donde la había dejado apenas hace un par de minutos, la chica caminaba despacio, no había avanzado nada la verdad, me detuve y bajé corriendo hacia ella.

- ¡perdón! - sujete su mano ahora era su turno de encararme, ya estaba llorando así que la abrace importandome poco que humedeciera mi camisa de vestir azul oscuro - Lo lamento, no abran más comparaciones, lo siento - alce su rostro, sus ojos estaban llenos de lágrimas, sus labios estaban inclinados hacia abajo mientras sus mejillas estaban teñidas de rosa.

- Casey es solo un amigo - asenti repetidas veces arrepentido porque siempre arruinaba todo, era un idiota.

- lo se y por mi esta perfecto - la verdad era que no, pero debía aceptar que tuviera los amigos que quisiera, aunque estos gustaran de ella, de solo pensarlo mi estomago se retorcía, pero debía confiar - no tengo problemas, esta bien que sean amigos - esas palabras me costaban pero por ella estaba dispuesto a permitir que el se le acercara.

- Te juro que solo tengo ojos para ti - asiento tomando sus rostro entre mi manos, acariciando con mis pulgares su mejillas empapadas de lágrimas, doy un beso suave a su labios, los pruebo con paciencia, trasmitiendole seguridad, confianza, esas palabras a las que me aferraba por ella.

Perdón Por Amarte         |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora