16. Ser más que amigos.

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Avanzaba un paso para luego retroceder todo un kilómetro, era triste y algo deprimente mi situación sentimental, fue como extender tus manos al estar muy cerca de cielo, con la añoracion de poder tocarlo, flotando en las nubes, pero tales nubes desaparecieron, algo cruel caer al precipicio dándote un gran estrellon contra el pavimento de la realidad, dar pasos con el corazón roto por saber lo cerca que estuviste, por saber que tus dedos estuvieron apunto de acariciar lo anhelado, pero debía continuar.

Volvimos el siguiente día, Cole lo hizo y yo decidí hacerlo con él, fue tortuoso todo el camino pero no soportaba un día más ahí, al dejarme en la residencia ni un adiós fuimos capaces de decir, esa fue la ultima vez que lo vi, era lo mejor, estaba enamorada más me amaba a mi, no me perdería como lo hizo él, veía a Cole y podía entenderlo, él la amaba y ella había logrado destrozarlo de mil maneras, dolió verlo triste, dolido verlo con alma apagada, con una luz extinguida que esperaba algún día poder ver encendida.

Semanas habían pasado llevandose un primer mes, uno donde me había sumergido en esa biblioteca como si fuera más posible, y así continuaron los días hasta que casi dos meses ya sin verlo habían pasado siendo consciente cada día pues mis sentimientos por él aún estaban intactos recordadome lo mucho que lo quería, a diario me preguntaba cómo estaba, ya íbamos a mediado de mayo y un segundo semestre había iniciado, era mi segunda semana en uno de los mejores hospitales de New York, mi promedió había ayudado a que entrara ahí, eramos una especie de aprendices, solo mirar y hacer anotaciones, Barbara y Lisa por la influencia de sus padres habían logrado entrar tambien. Caminaba deprisa, era costumbre verme casi que correr por los pasillos de las oficinas principales, debía hablar con el profesor milton quien era él que supervisaba mi caso clínico.

Tropezar, tal y como en los cientos de libros que había leído, era una romántica sin causa, pero la verdad era que había sido muy torpe como siempre y había chocado contra ese chico, la teoría de enamorarme de esa persona como sucedía en las novelas fue descartada al saber que ya estaba perdida por él, no hacía falta enamorarme porque ya lo estaba, sus olor parecía ya estar adherido a mi sistema, era la caricia que había esperado todo ese tiempo de tortura sin verlo, él empezó a recoger todo mi caso clínico que se hallaba en esas hojas esparcidas por el suelo, alzo su rostro para mirame y se tensó, lo vi tensarse, mordi mi labio inferior viendo lo lindo que estaba, su piel lucia tan suave como la recordaba, estaba segura que si pasaba mi mano por su rostro lo era, sus manos habían dejado de tomar las hojas, en cambio su mirada me escaneaba por completo, su cabello parecía estar recién cortado y habia ganado algo de peso, no había ni una pizca de ojeras en sus ojos, se veía bien, ni todos lo recuerdos en mi cabeza le habían justicia, Cole era guapo e imponente, más aún mirándome como lo hacía, no sabia en qué pensaba, no habia manera en descifrar lo que por su cabeza pasaba.

— Hola — susurro, parecía que el tiempo había retenido su marcha al escucharlo nuevamente, parecía que la magia misma había inundado el lugar y que los sentimientos que habían guardado en la calma habían despertado con mucha más euforia golpeando mi corazón, ese que había guardado las últimas semanas para no caer en depresión.

— Cole — él ladeo sus labios en una sonrisa curvada, esa que lo hacía ver interesante, termino de tomar las hojas y me las tendió, las tome con mis manos sudado y un poco temblorosas.

— Nada ha cambiado, sigues igual de torpe — asenti sonriendo porque lo había dicho con tanta melancolía, sin ninguna muestra de arrogancia o burla — ¿Como estas?

— Bien, todo ha ido bien, ahora mismo debo irme — él dejo salir una pequeña risa tenida de ¿tristeza? asintio.

— Claro.. un gusto verte — presionó las hojas dándole la espalda para marcharme, lo cierto era que no quería irme, pero debía hacerlo por mi bien, por el bien de mis notas también, iba un poco tarde a mi encuentro con el profesor milton, di unos pasos desilusionada, ¿porqué tenía que haberlo visto? Y ahora que ya me encontraba con un poco de paz, tardaría otros dos meses en volver a un poco de calma — ¡Lili! — gire de inmediato sintiendo el corazón martillar, con algo de esperanza — Bueno mañana se estrena una película en cine, desde hace meses he estado esperando por ella y.. y no tengo con quien ir, tal vez.. no lo se, es solo si tu..

Perdón Por Amarte         |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora