❁Capítulo sesenta .❁

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" Todos adictos tienen algo en común: demasiado dolor. Y yo se que ahí  donde hay demasiado dolor, hay demasiado amor. Demasiado amor puede  ahogar, puede anular. Amar demasiado y ser demasiado amado, puede ser  tan peligroso como no amar, o no ser amado, pero siempre ahí, donde hay  dolor, hay amor. Demasiado amor. Y por eso duele.
Ahora comprendo mi  error, me había enfocado en una adicción y no pude ver su dolor. Cuando  un humano sufre, no hay que preguntarle "¿que te duele?" sino "¿Quién te  duele?" porque detrás de un gran dolor siempre hay un gran amor."
-Aliados, capítulo 11.
                     
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Las puertas del sur se abrieron mientras Jughead pasaba y Betty pasaba con una mueca divertida tras él, pero sonrojada. Su entrada parecía de película.

Quédate quieta, Kinsey—habló Jughead en un fuertemente a la rubia que estaba hablando con Sweet pea, Fangs y Toni.

¿Tú?—preguntó Kinsey al ver a Betty.

¡Betty!—soltó Fangs.

Toni miró a Sweet pea confundidos.—¿Qué ocurre?—preguntó Toni confundida.

¿Qué diablos haces aquí, Betty?—preguntó la rubia mirando a Betty y rió—Ella ni siquiera es de la serpientes—dijo señalándola, llamando más la atención.

¿Que hace una norteñ—Una voz de fondó habló pero Jughead sin girarse lo interrumpió: —¿Pueden cerrar todos su boca?. Las preguntas las hago yo.

Betty tenía sus labios pegados entre ellos, pero no evitó soltar una sonrisa a su hermanastra.

¿Qué necesitas?—preguntó Kinsey—¿Acaso quieres reunirme con mi hermana?

No, yo quiero hablar contigo—soltó serio Jughead.

¿Adelante de todos?

¿Porque Betty infla sus cachetes?—preguntó Fangs confundido.

Jughead se girtó y vió a Betty serio—Ella quiere hablar—suspusó.—Betty, habla.

me dijiste que no podía decir una palabra—dijo la rubia mirandolo.

Jughead la miró con una ceja alzada—Betty, no era literal. Era que no te entometieras en la parte de la acción.

Oh, okay—aseguró y miró a Kinsey—¿Qué diablos haces aquí en las serpientes, zorra?—habló cruzándose de brazos.

Toni rió—Esto es porque la amo—aseguró mirando a Betty.

Toni, ¿puedes...?—Jughead miró a su amiga.

Ya, va, lo siento. —aseguró esta.

Yo soy serpiente, puedo estar aquí—aseguró—en cambio ...—esta la miró de arriba a abajo—No veo que derecho tienes.

Betty sonrió—Te sorprenderás los privilegios que tengo por cog—Jughead la interrumpió:—Suficiente—dijo mirando a Betty con una ceja alzada.

¿Porqué estás en las serpientes?—preguntó.

Creí que ya te lo había dicho.

Eres tan inútil, que no sabes creer una mentira. Si lo haces, has que coincidan tus versiones—aseguró Betty.

Conviviendo en un caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora