The Fairy Slayer

CAPITULO 8: PROTEGIENDO

Corrí tras los dos gilipollas de mierda como una puta loca. Nunca había corrido con tanta desesperación. Corría y corría, si algo le pasaba a la única familia nunca me lo perdonaría.

De repente choque contra algo duro. Al levantar la vista me encontré con Rogue y Sting que estaban mirando boquiabiertos la zona circular donde se encontraba el pueblo de hadas. Ahora el pueblo estaba en llamas, unos hombres de traje negro cogian a todas las pequeñas criaturas que salían volando por todas direcciones, pero muy pocas conseguían salvarse, algunas se defendían con sus poderes.

-Que horror -dije en un susurró, pero Sting lo oyó perfectamente.

-Son los hombres del señor que nos contrato, no te preocupes, era nuestro trabajo, ahora que esta acabado, por lo que te podremos entrenar mejor.

LO mire horrorizada y volví a mirar el pueblo, algo se rompió dentro de mi, mis ojos y corazón se llenaron de rabia al ver como uno de esos hombres cogía a mi abuela. Empuje a los dos chicos con una fuerza que no se de donde saque y me abalance contra el hombre.

-NO LA TOQUES!!

Mi voz hizo resonar y temblar los arboles, todos los hombres se giraron hacia mi, pero el que tenia sujetado a Titania no pudo reaccionar lo suficientemente rápido y lo envié a la otra punta del bosque con una propulsión magnética, con un toque de hierro claro esta.

Todos se que quedaron mirando con los ojos desorbitados, Sting y Rogue que se habían levantado me miraban asombrados.

–TOCAIS UNA SOLA HADA MAS Y OS ARREPENTIRÉIS DE POR VIDA -grite mirando con cara asesina a todos.

Hubo un silencio incomodo. Y cuando pensé que se iban a ir apareció un hombre bajito de pelo blanco y me miro con superioridad. Me observo un rato y soltó una risita insignificante como diciendo "no vales nada".

-Acaben con ella, y tráiganme a la rein-

Antes de que pudiera acabar de hablar, mi brazo se transformo de una barra de metal y lo empotre contra el árbol mas lejano.

Todos los hombres al ver eso se lanzaron contra mi. Me rodeo una aura dorada, mis pupilas se afinaron y mis orejas se afilaron un poco. Estaba preparada para atacar, pero algo algo apareció a mi lado y lanzo unas cosas negras, me fije mejor y me di cuenta de que eran plumas. Las plumas atacaron a los hombres y algunos de ellos cayeron muertos. A mi lado se manifestó Puck con las dos manos juntas como preparando un ataque, sus ojos encontraron los mios y me sonrió a medias como diciendo: no estas sola.

Le sonreí contenta y juntos nos preparamos para vencer a los hombres de negro. Entonces, antes de que ninguno diera un paso, de entre los arboles aparecieron hadas. Pero no eran hadas normales como las que estaba acostumbrada a ver. Eran hadas de piel pálida, ojos y pelo oscuro, y no tenían alas ni cola, en sus manos pude notar que llevaban lo que parecían armas, una de las hadas ataco a un hombre, el al ver la minúscula arma que llevaba el hada estuvo a punto de reírse, pero el arma del hada creció y le corto la cabeza sin problemas al hombre.

Entonces me di cuenta de que todos estaban peleando, vi a lo lejos a Titania luchando contra un hombre el doble de grande que ella y me dispuse ir a ayudarla, pero otro hambre apareció, algo diferente que los otros y protegió a Titania, note que tenia las orejas en punta. A pesar de no saber quien era, confié en el y lo deje con la abuela.

Mientras fui junto a Puck para ayudarlo, a pesar de saber que no necesitaba ayuda.

Vi por el rabillo del ojo como una roca (quien sabe de donde salio) volando hacia dos dragón slayer gemelos con cara de WTF. Me moví a la velocidad de la luz, y antes de que la roca cayera encima de los dos memos, me gire hacia los dos que me miraban como si fuera dios.

-Van a ayudar o van a seguir aquí con cara de tontos perdidos?

Los dos se levantaron de un salto y se metieron en la pelea, como supuse, peleaban de nuestro de lado.

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-Muchas gracias Oberon, reconozco que si no fuera por vos y sus hadas ahora mismo estaría en manos de los humanos -dijo Titania, sobre mi hombro.

-No me de las gracias a mi, sino a vuestra nieta que gracias a su amistad con una de mis hadas, ha conseguido que las hadas oscuras y de la luz vuelvan a reunirse en paz..

Titania y Oberon hicieron una reverencia olvidando todos los problemas que hubo alguna vez entre los dos bandos.

Yo sonreí junto a Puck, bueno, el solo grazno feliz desde encima de mi cabeza.

Delante de mi se encontraba Oberon, el rey de las hadas oscuras. El tenia forma algo humana, con las orejas acabadas en punta, pelo y ojos negros, y cuadrado de hombros. Iba vestido todo de negro, con un largo abrigo de piel de leopardo.

-Y tu jovencita -dijo desviando la mirada de mi abuela a mi- te ofrezco a entrenarte físicamente, mis hadas son muy buenas con las armas y combate cuerpo a cuerpo, y estoy seguro que Puck aceptara ser tu entrenador personal.

-Tenia previsto pedirles a mis espíritus celestiales que me ayudaran, pero supongo que puedo hacerlo con los dos -dije con una sonrisa.

Oberon me devolvió la sonrisa haciendo notar dos pequeños colmillos. Fruncí el ceño al ver los dos colmillos y me recordaron a los de Gajeel.

-Puedo preguntarle algo Oberon?

-Ya lo estas haciendo

Lo mire mal.

-Que magia utiliza?

El me dedico una sonrisa muy grande, enseñando sus colmillos, y su brillo extraño apareció en sus ojos.

-Veo que te distes cuenta -dijo con un  tono de orgullo en la voz- en efecto soy un dragón pequeña, pero no te diré que dragón soy, para eso tendrás que descubrirlo tu.

Lo mire con el ceño fruncido, iba a pedirle explicaciones pero la voz de Puck retumbo de mi cerebro:

-Déjalo Lucy, el mero echo que ya hayás adivinado su magia ya te pone en problemas así que cayate.
-Desde cuando tienes poderes para entrar en la mente de la gente!?
-Eres tu quien puede leerme los pensamientos, ahora creo que estaría mejor ocuparse de esos dos no?

Me gire para ver a Sting y Rogue, atados a un árbol, y una docena de hadas oscuras apuntándolo con una lanza cada una de unos 3 metros y muy afilada.

-Rubia ayuda! -dijo Sting desesperado.

-La vida es tan cruel -dijo Rogue  con una lanza a dos centímetros de su nariz.

-Hadas Oscuras nos vamos! -dijo Oberon, dicho eso todas desaparición junto a su rey, incluso Puck desapareció de mi cabeza.

-Lucy -me gire hacia Titania- te dejo con tus amigos, dales las gracias de mi parte quieres.

Todas las hadas desaparecieron, dejándome sola con los dos dragón slayers. Dios sabe donde se metieron sus exceeds, ya que no los veía desde ayer. Los dos me miraron como pidiendo una explicación. Suspire, con un rayo de luz rompí la cuerda que los ataba.Ellos me miraron sorprendidos y yo sonreí. Hora de revelar mi secreto.