Prefacio.

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Recuerdo que hace un tiempo vivíamos en paz y solamente los hombres llamados cristianos representaron una amenaza para nosotros, pero un día tuvimos una visita inesperada y monstruosa. Alguien extraño, alguien no humano, trajo a nuestras tierras a sus criaturas, a sus cosas deformes. No puedo olvidar la forma que tenían, quedaron en mí como fuertes recuerdos y si cierro los ojos para concentrarme oigo su voz a la lejanía, me llama, me ordena que cuente su historia.

   Soy un Skald, mi trabajo es enaltecer a mis reyes y contar sus grandes hazañas, pero no las escribo, las memorizo. Voy de zona en zona para contarle a todos sobre aquellos grandes que nos dan todo para vivir; sin embargo, aquí estoy, acompañado de la luz de mi fogata, escribiendo en telas desteñidas y con la punta de una flecha sucia. Tal vez mi letra no sea la mejor y tal vez no puedas comprender... ¿Serás un cristiano? Espero que no, de lo contrario creerás que estoy loco. Déjame contarte algo importante y si lo entiendes corre la voz, termina con mi trabajo si es que todavía sigues con vida. 

   Conozco un fresno gigante y fuerte, siempre está verde, los ciervos comen a su alrededor y en sus ramas se mecen nueve mundos. Puede soportar más de lo que un humano cree, es sagrado y su nombre es Yggdrasil. El pozo de Urd alimenta sus raíces, mantiene en paz al gran árbol. En él estamos nosotros, todos nosotros. Nueve mundos diferentes, los humanos viven en el medio, son el centro de Yggdrasil.

   Te narraré la historia de cinco valientes que decidieron desafiar sus destinos, ignoraron las advertencias y los desafíos, enfrentaron la furia de los dioses y dieron paso a las profecías de las nornas. No estaban preparados para enfrentar los misterios que ocurren fuera de sus mundos, ¿en qué estaban pensando? Era absurdo creer que cambiar la monotonía de sus vidas traería algo mejor...

   Es una lástima saber que ahora, mientras te escribo esto, están ocurriendo grandes desgracias. Sus sucesores están al acecho, tú y yo moriremos, así que disfruta esta última historia de tu vida. Y recuerda correr la voz.

AL CAER LA LUNA #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora