DESTINY
Gareth caminaba delante de nosotros, me había dado la bolsa para que la sostuviera mientras que él abría la puerta vieja de madera de la casa. Sentía que se derrumbaría encima de nosotros, realmente me preocupaba que eso pasara. Se hizo a un lado, y le hizo una seña de bienvenida a Kith para que pasara primero.
—¿Cómo sé que no es una trampa? —indagó Kith, curioso, vacilante.
—Llevas a mi hermana moribunda en tu espalda. No soy tan idiota como para dejar que le pase algo. ¿Sigues dudando de mi? Me ofende, Clütt.
Kith rió, y cruzó la puerta con Sunhe, giró a la derecha y desapareció en el interior de la casa, miré por fuera al lado donde se fue: no había nadie. No había nada, más que polvo, tal vez arañas y telarañas. Solté un gritito sorprendida, y busqué pasar, pero Gareth me detuvo.
—Eh, eh. Debes pasar conmigo. —tomó mi mano con fuerza, haciendo que mi corazón latiera rápido, y juntos entramos a la casa.
Todo cambió drásticamente. Las viejas y mohosas paredes cambiaron por unas pasteladas de colores cálidos, tenía varios cuadros guindados en ellas, una sala espaciosa y bonita, una puerta cerca de un pasillo que supuse que llevaría a las habitaciones, una sola planta, pero espaciosa y acogedora. Había un sofá grande y dos pequeños individuales, una gran pantalla plana frente a ellos, y una chimenea encima. Bastante bonito, práctico.
—Kith, traela por aquí. —indicó Gareth, señalando con la cabeza el pasillo donde anteriormente observé.
Ellos iban delante, y yo pues, me les uní. En el pasillo caminé detenidamente para observar con curiosidad las fotografías que colgaban en las paredes. Sunhe y Gareth, en la mayoría de ellas; más jóvenes, de pequeños, y una donde salían con dos señoras de rasgos faciales similares. Tal vez eran las que los criaron. Y tal vez, era probable, que las que habían cuidado de mamá. Comprendí al leer el diario, o al menos parte de él, que la familia de mamá se basaba en Sunhe y en ese par de señoras, tal vez seguían vivas en el cielo, rezando por nuestras almas y llorando lágrimas de cristal por no poder hacer nada.
—Fallecieron. —escuché una voz, y me giré a ver que Kith recostado en el umbral de la puerta de aquella pieza— Todos los involucrados y cómplices de Katherine fallecieron, batallaron contra las reglas hasta el final, por ella.
Nos quedamos un segundo en silencio, podía escuchar a Gareth caminando con rapidez por toda la pieza pero no quise asomarme, no quería presenciar de nuevo la escena de Sunhe respirando aceleradamente luego de una muerte súbita.
—Kith. —le llamé.
—¿Si?
—¿Cómo está Avery? —quise saber, un nudo comenzaba a crecer en mi garganta.
—Estoy seguro de que está tan igual como la última vez que la viste. Cabezota, valiente, algo alegre, impulsiva. Y pegada como chicle a Bloody.
—¿Siguen juntos? —pregunté sorprendida, y sintiéndome alegre.
—Así es. Nunca he presenciado que estén peleados o cosas así, realmente siempre están muy unidos.
—¿Por qué ella está de lado de Keitha? ¿En serio no sabe que pretende dañarnos?
—Keitha y yo estuvimos con ellos desde que encontramos a Ángeles en Mashville, en el instituto. Ella nos llevó con Avery e hizo que confiara en nosotros. Aunque, la chica es inteligente y al principio dudó, me refiero a Ángeles; nos costó que confiara en nosotros. Además, vinimos porque supuestamente debemos encontrar a los príncipes y la cosa para asesinar a Kenna. Lo que Avery no sabe, es que Keitha las usa para el propio bien de Kenna. Todo se derrumbará cuando menos lo vea venir, y ahí si se vendrá lo feo.
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DESTINY© [S.S #06]
RomanceMás secretos. Más miedos. El final de su historia. ¿Existirá algo real entre tanta falsedad? Sexto y último libro de la Saga Sangrientos. Por favor, no copies un trabajo que fue hecho con esfuerzo, pon de tu propio esmero y usa tu imaginación. No co...