Capítulo 22

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DESTINY

Me sentí desorientada por un segundo, como si estuviese flotando fuera de mi propio cuerpo y ese instante en el que vi escritos con la luz fluorescente pareciera irreal.

Seguía escuchando el agua chocar contra la bañera, entonces tomé el libro y lo puse en la tapa del retrete. Me metí a la bañera y me di una buena bañada, incluso me lavé el cabello, otra vez. Estaba empapada de sudor y si iba a tener una pequeña crisis al leer lo que fuera que estuviese escrito, lo haría limpia. Envolví la toalla en mi cuerpo, tiré el vestido en el ropero sucio, y tomé el diario entre mis manos, lo escondí debajo de mi paño.

Salí, un poco nerviosa, mi intención inicial era leer el libro a escondidas, todo eso se fue bien lejos de mi cuando Gareth llamó mi atención.

—Sunhe despertó, y ha estado preguntando por ti todo el rato. —me sonrió de medio lado, y yo lo hice de vuelta.

Justo cuando me hice paso a la habitación, las luces regresaron a su estado normal. Maldije a mis a dentros; pero me mantuve quieta, más tarde de cualquier manera buscaría otra forma de leer el diario, en ese momento mi atención estaba en Sunhe. Me acerqué a su cama, y ella abrió los ojos de regreso con una sonrisa somnolienta.

—Estás bien. —dijo, con un ápice de tranquilidad.

—¿Tú lo estas?

—Realmente sí. Me duele el cuerpo, pero se me pasará.

Miré hacia atrás, había cerrado la puerta, pero sentía inseguridad.

—¿Podrías prestarme ropa, por favor? —pregunté, algo tímida.

Ella asintió, y señaló un pequeño armario que estaba al otro lado de la pieza, al lado de un tocador.

—Toma lo que quieras.

Me acerqué y al abrir las puertas me encontré con varias mudas bastante bonitas, entonces retrocedí imaginando aquellos tiempos de cuando vivían ahí, escondidos. Mantuve el recuerdo del diario aferrado a mi mente, para contárselo, era algo primordial que lo supiera.

Me puse la ropa rápidamente, puse el diario en el tocador, y al terminar me acerqué a Sunhe. Escuché a lo lejos las voces de Gareth y Kith, posiblemente en la cocina: "Te quemarás" dijo Kith, "No hay opción, no sirves para cocinar" le contestó Gareth. Quise reírme, pero decidí mantener mi compostura seria.

Sunhe se sentó recostándose encima de las almohadas contra su espalda, y se acomodó el cabello, jugaba con sus manos nerviosa, y eso me ponía nerviosa a mi también.

—Soñé algo. —dijo, de repente.

Los bellos de mis brazos se levantaron, me acomodé frente a ella con el diario entre nuestras piernas.

—Dime, Yo también debo conversar algo contigo, pero tus sueños son más importantes. ¿No sueñas con regularidad? —contesté.

Ella negó.

—La última vez que soñé fue el día anterior a que todo esto pasara; soñé con esto, que tú y yo conversabamos, lo que te dijo Gareth, ustedes dos... soñé que regresábamos a ésta casa. Todo en desorden pero acertado. Tengo miedo —su voz se rompió—. Dess, descubriste los escritos escondidos, ¿cierto?

Asentí lentamente.

Se acercó un poco más.

—No dejes que Gareth encuentre el diario, debemos buscar una manera de escapar de aquí e ir con Snow antes que Gareth. Si no, todo será un caos total. Gareth matará a todo Grier que vea por culpa de Keitha, y eso no puede ser. ¡Ellos no tienen la culpa de nada, Dess! Lo juro, ellos... todo lo que están haciendo es por ti, por Katherine y por Snow, para matar de una buena vez a Kenna. No saben que Snow regresó, pero creo que lo sospechan si ya tuvieorn encuentros con la gente de la bruja. Lo único que veía era caos total; sangre, gritos, fuego. No me gusta para nada...

—Sunhe...

—Tengo miedo Dess. Tengo mucho miedo.

Finas lágrimas abandonaron sus ojos y se me rompió el corazón; pocas veces la había visto llorando, pero nada como esa vez.

—¿Qué soñaste exactamente?

—Primero vi a Gareth y a los Grier discutiendo; él les gritaba e incluso lloraba pero no entiendo el por qué, él solo... intentó dañarlos. No estoy muy segura de sus nombres ya que son varios, pero  uno de tez pálida y cabello negro se le acercó e intentó tomarlo por los brazos para camarlo pero él lo golpeó de regreso. Ellos repetían mucho la frase: "No es así, no es como crees, nosotros no somos capaces de dañarte" "Nosotros sabemos la verdad".

—Ellos saben la verdad, pero ¿qué verdad? —pregunté, ella negó.

—No lo sé, yo tampoco lo sé. Podía oír sus voces, unidas, gritando eso, "¡Nosotros sabemos la verdad!" como queriendo convencer a Gareth de ello. Todo esto pasó cuando fue con Snow, con él estaban algunos de los Grier exceptuando las chicas, solo ellos, entonces Gareth se molestó porque dijo que ellos, su gente intentaba matarlo. Es mentira, Dess, ellos no buscan dañarnos a nosotros, ellos saben...

—Ellos saben en quién confiar y en quién no. Por eso solo están los chicos. —dije, pensando demás— ¿Crees que sea probable que ellos nunca hayan confiado en Keitha y por eso no estuvieron con ellas en la universidad?

Sunhe abrió mucho sus ojos.

—¡Dess, eso es! Ellos saben la verdad... ellos saben todo lo que pasará por culpa de Kietha, pero, ¿cómo?

Alcé una ceja.

—Eso es lo que tenemos que descubrir. —aseguré— ¿Cómo te sientes?

—Me siento lista para salir a cazar. —me dijo, sonriente— Llevaré medicina por precaución, creo saber en dónde podría estar Snow, y necesitaré tu celular también, ¿lo tienes?

Asentí.

—Saldremos a penas se duerman, y usaré un pequeño truco para que sea más fácil.

Una mirada cómplice selló nuestra encomienda.

La puerta se abrió de golpe, tomé el diairo y lo puse debajo de la colcha, nos giramos, y eran Gareth y Kith; traían un par de tazas con olor delicioso.

—Servicio a domicilio. —dijo Gareth, sonriendo— ¿Cómo te sientes?

Sunhe le sonrió con dulzura.

—Mejor. ¿Cocinaste para nosotras?

—Uy, pero qué guapo. —dije, burlona.

Nos entregaron la comida; fideos.

—Cuando terminen de comer duermen, es muy tarde. —dijo Kith— Nosotros descansaremos, ya saben en donde, si pasa algo nos llaman.

Asentimos al unísono, y ellos se fueron cerrando la puerta.

Mientras comíamos, puse mi atención en ella de nuevo.

—¿Qué haremos? —pregunté—. Soy toda oídos.

—En el baño, en donde tengo mis medicinas, hay un polvo que usaba para dormir profundamente a Gareth cuando me escapaba, el nunca se dió cuenta de la existencia de eso. Usaremos un poco para que no se despierten, incluso cuando lo hagan más tarde ya estaremos de regreso. Iremos directament a los lugares en donde pienso que debe de estar. Conversaremos con él, y regesaremos con la estrategia armada; no perderemos el tiempo. A penas podamos, atacaremos a Keitha, haremos tomar conciencia a tu amiga y asu grupo, y buscaremos el hechizo para matar a Kenna.

Asentí comprendiendo todo, guardando la valiosa información en mi desgastada mente.

—Debemos estar aquí en menos de ocho horas. Tenemos ocho horas para encontrar a Snow, recopilar información necesaria para plantearle la idea de nuestro futuro plan a Gareth y a Kith sin que quieran matar a los Grier en el proceso, y comer un poco más de fideos.

DESTINY© [S.S #06]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora