DESTINY
Estaba sola en la habitación, sentada en la cama, llorando. Quería a mamá, quería que regresara pero sabía que no podía hacerlo. La noche anterior la había escuchado hablando con papá, y tuve el atrevimiento de contárselo a Avery.
—Mamá dijo que tenía que irse porque querían hacernos daño, y la única manera de evitarlo era que se fuera. Dijeron que no podían dejarme sola por mucho tiempo contigo, porque estaríamos en peligro. Papá le dijo que tú eras mi guardiana, y luego mamá se lo explicó. Le dijo que la buscarían a ella y que tu papá la debía proteger, y que algo así éramos tú y yo. Papá le dijo que me llevaría a otra ciudad dentro de un par de años, ¿crees que sea verdad?
—¿Mi papá? Mamá no me permite hablar de él. Nunca me dice nada, y yo tampoco pregunto. Me dijo que murió cuando nací. Y no, no creo que te lleven, tu papá no es así. Si lo hace, hablaré con él muy seriamente. Tal vez hay otra razón detrás de eso, ¿no crees? Kathy jamás nos mentiría.
—Es nuestro secreto, no podremos hablar después de esto. —le dije, en voz baja, extendiendo mi meñique hacia ella.
Lo tomó, y selló nuestra promesa.
En un abrir y cerrar de ojos se había ido. Estaba sudando.
Mamá entró a mi habitación, y cepillaba mi cabello. Me sentí muy mal por mentirle, pero si le decía que los espié se molestaría, y no me dejaría ver a Avery.
—Mami, yo...
La miré.
—Mamá tiene que irse por un tiempo. —susurró— Mamá está enferma, Dess.
Mamá no estaba enferma.
—¿A dónde?
—A casa.
«Miente »
Abrí los ojos, mi respiración era entrecortada, estaba empapada en sudor. Miré mí alrededor, y sentí que entraría en pánico. No estaba en mi pieza, ni mucho menos en mi casa, las paredes eran de un gris opaco y era pequeña, con un armario sencillo de dos puertas, un tocador, una ventana alargada, cortinas negras, y dos camas individuales, yo estaba en una y a un par de metros estaba la otra, con sábanas blancas. Las sábanas que me envolvían eran grises, un trapo mojado cayó de mí frente a mis piernas, y cuando lo tomé recaí en un cuerpo sentado a un lado de la cama, con la mitad del cuerpo echado sobre la colcha, con los ojos cerrados. Su cabello negro estaba peinado hacia atrás, abundante, su perfil fino y bien marcado hizo que lo recordara; era el hermano de Sunhe. Pero me dolía la cabeza nada más de intentar recordar lo que había pasado.
Toqué con cuidado su mejilla, y él comenzó a despertar. Sus ojos oscuros se encontraron con los míos verdes, y me sobresalté; ¿qué hacía él conmigo? ¿Estaba en su cama? ¿Por qué demonios estaba ahí?
—Despertaste.
—¿Qué pasó? —pregunté, y me sorprendió mi propia voz; ronca, me dolió la garganta.
—Tuviste un accidente en la biblioteca, y te desmayaste. No sé en dónde vives así que te traje aquí.
Tomó el trapo y se levantó, caminando con pereza pero, debo admitir, que sensualmente hasta el pasillo. Me quedé un segundo pensando, y todo regresó de golpe a mi mente. Biblioteca, señora, me intentó matar, fui porque quería saber más de las notas, ¡no fue un accidente!
Me levanté como pude, sintiéndome un poco mareada, y salí al pasillo, siguiendo al chico. Mientras caminaba me fijé en lo que tenía puesto; una pijama de puntos, pantaloncillos y camisa de tirantes, oh Dios, ¡Oh Dios!
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DESTINY© [S.S #06]
RomansaMás secretos. Más miedos. El final de su historia. ¿Existirá algo real entre tanta falsedad? Sexto y último libro de la Saga Sangrientos. Por favor, no copies un trabajo que fue hecho con esfuerzo, pon de tu propio esmero y usa tu imaginación. No co...