Aquellos niños han crecido y se han convertido en jóvenes que dentro de la orden de Athena son los guerreros más fuertes de todos: Los Santos de Oro.
Antes de la guerra Santa contra Hades del siglo VXIII los Santos de Oro de Athena tuvieron que pasa...
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Tres días después de la celebración las cosas en el Santuario retomaron su curso y varios Santos salieron a misiones, entre ellos Albafika que pese a su nueva condición no podía dejar de cumplir con sus obligaciones como Santo de Oro. Por otro lado, Degel había estado investigando en su acervo sin encontrar nada que pudiese solucionar la situación de su compañero de armas.
Esa mañana Shion subía para entregar la armadura de Sagitario a Sisifo después de restaurarla; al llegar al templo el joven pidió permiso sin obtener respuesta de su guardián, se quedó ahí algunos minutos sin ver a nadie a la vista y decidió adentrarse para ver si Sisifo estaría en su habitación. Sin embargo, al acercarse a las habitaciones escucho un tarareo que de inmediato identificó con la voz de Aurora y sintiendo familiaridad con ella se acercó con un poco más de confianza para saludar. Al estar por tocar la puerta de la habitación noto que esta se encontraba semiabierta, dejando una rendija por la que uno cómodamente podría asomarse; escucho el sonido del agua caer y el chico trago nervioso mientras permanecía parado frente a la puerta, indeciso por asomarse; en un primer momento pensó en dar media vuelta y alejarse ante lo que escuchaba e imaginaba, sin embargo, la curiosidad de su adolescencia no hizo más que hacer crecer la idea de ver que estaba haciendo Aurora y curioso, lentamente se asomó por la rendija observando del otro lado.
Observó la habitación de baño con un leve vapor que lo inundaba y en el centro, justo a su vista, vio a la chica de espaldas que con el cabello recogido echaba agua sobre su cuerpo desnudo. Pudo ver la figura femenina que se movía mientras el agua recorría su espalda y bajaba por su cintura, sus caderas, su trasero, sus piernas... El chico volvió a tragar saliva nerviosa mientras abría sus ojos violáceos extasiado por lo que veía.
Las diminutas gotas dejaban brillantes surcos de agua sobre la piel de aquella bella mujer y el joven no pudo evitar posar su vista en aquellos glúteos delineados y carnosos que de un momento a otro se imaginó tocándolos con sus manos, sintió como su cuerpo reaccionaba ante lo que estaba viendo, sus mejillas se comenzaron a sentir calientes, posiblemente estaban muy sonrojadas y su miembro salto incómodamente al sentirse oprimido entre su pantalón y la armadura, no pudiendo evitar llevar su mano derecha y colarla bajo la armadura palpando el bulto por sobre la ropa que se hacía más grande y evidente cuando vio a la chica inclinarse hacia adelante ofreciéndole, sin saberlo, una vista que lo hizo excitar en sobremanera al ver como se asomaban los labios vaginales entre las piernas de la chica y un poco más arriba el orificio anal que se volvía rosado en el centro y parecía abrirse para mostrarse en todo su esplendor.
Shion dio un paso atrás impactado y nervioso por lo que había visto y escucho unos pasos que se acercaban a donde se encontraba.
Thalía dio media vuelta cuando observo la puerta semiabierta del cuarto de baño y se acercó para tocar cuando de improviso esta se abrió apareciendo Aurora en el umbral con su ropa ya puesta y una toalla en el cabello.