Aquellos niños han crecido y se han convertido en jóvenes que dentro de la orden de Athena son los guerreros más fuertes de todos: Los Santos de Oro.
Antes de la guerra Santa contra Hades del siglo VXIII los Santos de Oro de Athena tuvieron que pasa...
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Había anochecido en el Santuario cuando Aurora despertó y lo primero que lograron ver sus ojos en medio de la penumbra fue el techo de su habitación, su mente confundida daba vueltas por lo que se incorporo sentándose en la cama mientras se llevaba una mano a la cara sintiendo que el mareo disminuía, abrió los ojos y pudo divisar su habitación desordenada y en los pies de su cama vio a Thalia que estaba dormida recargada en la cama y sentada en una silla, mas allá recargado en la pared y sentado en una silla también vio a Regulus que se había quedado dormido con los brazos cruzados.
Thalia dormía cuando escucho un sonido en la cocina y al despertar y voltear a ver la cama ya no vio a Aurora en ella, de inmediato despertó a Regulus y ambos se dirigieron a la cocina encontrando a la rubia preparando te
-¡Aurora! - Thalia corrió a abrazarla - ¡Estas despierta, estaba tan preocupada por ti al no encontrarte y cuando lo hicimos estabas ardiendo en fiebre! - la chica comenzó a llorar
- Perdon por haberte preocupado asi Thalia -Aurora la abrazo con fuerza y volteo a ver a Regulus que estaba recargado en la entrada mirándolas con semblante cansado, pero tranquilo
- No vuelvas a perderte asi... ¿que le hubiéramos dicho al señor Sisifo si tu no aparecías? -
- Perdon Thalia... no volverá a suceder - la rubia la abrazaba para tranquilizarla.
Algunas horas después, cuando Degel bajo a revisarla y sersiorarse de que todo estaba bien, Regulus se retiro a su templo para descansar, Thalia y Aurora se quedaron en su templo cuidadas por Aldebaran que permanecía en la sala contigua ante la negativa del Patriarca para permitir que Sinio regresara.
-¿Que sucedió Aurora? - pregunto Thalia mientras se alistaban a descansar
- Yo... - Aurora estaba reacia a decir lo que sucedió, pero si en alguien podía confiar era en Thalia - ... bueno... ¿recuerdas que me enviaron con un encargo para el joven Shion? - Thalia asintió - Bueno es que al ver al joven Shion no se que me paso... fue como si toda mi razón, mi moral se hubiese desvanecido y solo hubiese dejado paso a un puro deseo animal y desenfrenado, yo en serio quise hacer cosas indebidas con el joven Shion... - la chica se mostró seria y avergonzada por lo que estaba diciendo y los recuerdos que su mente traía.
Thalia la miraba tratando de contener su sorpresa ante lo que le estaba confesando, no la juzgaba por lo que había sucedido a fin de cuentas sabia que Aurora no era capaz de hacer algo asi, aunque tampoco comprendía como había pasado.
- Por favor no me juzgues... yo en serio estoy muy avergonzada por lo que paso... yo... me siento culpable... yo... - las palabras se quedaron en un nudo en su garganta y Aurora comenzó a llorar desconsolada al sentir que había traicionado el amor que siente por Albafika - Yo... no lo merezco...¡yo amo a Albafika y lo e traicionado! -
- Tranquila Aurora, tu no has traicionado a nadie. Lo que paso estaba fuera de ti y no debes culparte por eso -
-¿Pero ahora que haré? ¿como puedo volver a ver a la cara a Albafika sin sentir vergüenza y culpa? ¿como veré al joven Shion ahora? -
