Aquellos niños han crecido y se han convertido en jóvenes que dentro de la orden de Athena son los guerreros más fuertes de todos: Los Santos de Oro.
Antes de la guerra Santa contra Hades del siglo VXIII los Santos de Oro de Athena tuvieron que pasa...
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El hombre soltó un profundo suspiro en ese lapso de silencio mientras luchaba por demostrar lo menos posible el dolor que le causaban aquellos amargos recuerdos continuando con su relato:
-Paso un año y un día fui llamado por el Patriarca al haber recibido la visita de Eir que pedía hablar conmigo -
Nuevamente la mente de ese viejo guerrero se sumergió en aquel triste recuerdo:
" - ¡Krest! - La bella joven pelirroja se arrojó a los brazos de aquel joven Santo que vestido con su armadura dorada la miro sorprendido por su repentino arrebató y solo atino a corresponderle, estando ambos a solas en el templo de Acuario y comprendiendo que algo no estaba bien al verla tan alterada
- ¿Eir que sucede? ¿Porque estas tan alterada? - pregunto el joven al sentir el estremecimiento del cuerpo femenino y las lágrimas de su querida amiga que desconsolada lloraba entre sus brazos sin poder contenerse.
- ¡Krest... solo tú puedes salvarme! -
- ¿Que?, ¿Por qué?, ¿Qué pasa? -
- ¡Mi padre... mi padre me ha comprometido en matrimonió! -
- ¿¡Que!?- ciertamente la noticia lo descolocó y lo sobresalto - Espera... pero... ¿por qué?... ¡aun no es tu tiempo!... - Pese a ser un Santo de Athena el joven mantenía su amor por ella guardado en su corazón y la sola idea de su matrimonio con otro hombre lo lastimaba en sobremanera, pese a saberse prohibido como el guerrero que era.
