Cuando dos chicos trazan un plan, todo parece resultar perfecto... Hasta que uno de los dos descubre la verdad, y decide caer en la tentación.
"Él no es quien crees..."
Mundos opuestos juntos en una historia llenas de mentiras.
"Te miente."
¿Los pol...
—Valentino, te dije que no iré a esa fiesta... —le digo por milésima vez a mi mejor amigo.
—No me puedes hacer esto Isabella ¿Sabes lo difícil que fue conseguir estas pulseras?
Son unas pulseras blancas que te permiten acceder a la famosa fiesta que se realizará.
—Por favor, eres mi mejor amiga, tienes que ir conmigo —toma mis manos y me súplica.
—Y porque soy tu mejor amiga debes entender que no tengo ganas de ir a esa fiesta, ni siquiera es para chicos de nuestra edad...
—Eso no es un problema...
—Claro que sí Val, por favor entiéndeme, no me apetece ir...
—Pero tienes de aquí a mañana para pensarlo —sonríe.
Suspiro.
—Tengo clases, te quiero —me despido depositando un beso en su mejilla.
—A la salida nos juntamos en la plaza ¿vale? —me abraza— yo igual te quiero.
—Vale, nos vemos.
Nos separamos, cada uno toma rumbo a sus clases.
—Isabella Ferrer —me llama el profesor de Bioquímica.
Camino hasta su mesa.
—Un 6.9 Isabella, felicitaciones —entrega una evaluación.
La verdad es que ni siquiera sé de cuando es, porque es tan irresponsable que nos entrega pruebas que fueron en el primer semestre...
Un 6.9 en una escala de 7.0 la cual es la nota más alta.
—Gracias —respondo amablemente.
Vuelvo a mi asiento, él sigue entregando pruebas, tomo mi celular.
Tengo un mensaje de Valentino...
"Anda Isa, no te arrepentirás..."
"No quiero Valentino, y no iré..."
"¿Por qué? Si no tienes que hacer nada..."
"No me apetece ir, la última vez que te acompañé a una fiesta fue muy desagradable"
"Ya pedí disculpas..."
"Y las acepté, pero prefiero quedarme en casa, descansar..."
"Por favor Isa :("
"No, no iré, esta vez no cambiaré de opinión, no me apetece ir..."
Bloqueo mi celular.
—Bueno chicos, eso es todo por hoy, que estén bien, nos vemos la próxima semana —dice el profesor.
Tomo mis cosas y las guardo en mi mochila.
—Hasta luego —me despido.
Salgo de la sala hacía la salida para esperar a Val. Siempre tengo que hacerlo, él es un chico bastante popular, por lo cual se despide de mucha gente.
—Bombón —dice llegando a mi lado.
—¿Nos vamos?
Asiente.
Caminamos hasta el estacionamiento de la facultad, en busca del auto de Valentino.
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