Capítulo tres

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"—Jamás me dejes."

Abro mis ojos, debido a una tediosa luz proveniente del ventanal de mi habitación. Me acomodo, veo el brazo de Valentino en mi cintura.

—Valentino —lo muevo.

—¿Sí? —susurra adormilado.

—Tengo que salir.

—¿A dónde? —me apega a él.

—Al gimnasio —me subo encima.

—¿Por qué? —hace pucheros.

—Debo buscar a Gaspar.

Veo su cara, de rojo pasó a morados, y su labio muy hinchado.

—No vayas, filtraré todo —se encoge de hombros.

—No puedes hacer eso, quedarán en quiebra.

—Tengo varias propiedades y bienes a mi nombre, mis papás también...

—Hoy veremos —acaricio su mejilla.

Me levanto de la cama, voy al baño a ducharme.

Decido vestirme con un conjunto nike blanco y beige.

Decido vestirme con un conjunto nike blanco y beige

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—Que linda te ves... —sonríe Valentino.

Tomo un bolso y guardo una toalla, además de ropa de cambio.

—Te quiero de aquí a la luna —beso su mejilla.

—Te amo —me abraza Val.

Mientras bajo por el ascensor, voy pidiendo un uber.

No manejo, no me gusta desde que mis padres fallecieron, nunca pude tener un auto en mi poder.

—Buenos días señorita —me saluda el conductor.

—Buenos días.

Cuando llegamos al gimnasio le agradezco al conductor, cancelo a través de la app, y desciendo del vehículo.

—Buenos días señorita Isabella —me recibe la recepcionista.

—Buenos días —sonrío cordial.

Voy llegando a los casilleros para guardar mis cosas y mágicamente, como si el destino jugara a mi favor, lo veo a él.

Voy llegando a los casilleros para guardar mis cosas y mágicamente, como si el destino jugara a mi favor, lo veo a él

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HUYE DE ÉL ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora