Los días pasaron bastante rapido, donde uno se convirtió en una semana para el omega, quien habia adquirido una nueva rutina, en donde las clases de baile se volvieron su prioridad. También ayudaba el hecho de no acercarse nuevamente a aquellas habitaciones pertenecientes a los príncipes.
Quizás esa era la razón por la que le otorgaban tareas fuera de aquella zona y con eso estaba más que aliviado. Esa mañana se encontraba en el establo de las yeguas, junto al pequeño portillo, el cuál dormía plácidamente, mientras el joven observaba la ventana del lugar, antes de ir a sus clases, la cálida luz del sol deslumbraba los azulados ojos del rubio, quien miraba el horizonte maravillado. Recordándole aquellos días, en los que despertaba temprano solamente para verlo, le recordaba que siempre habrá un nuevo día, en el que las cosas que pueden ser diferentes.
Cuando estaba de camino a los dormitorios para vestirse y poder asistir a sus clases, un aroma peculiar y poco conocido para él, llamó su atención, un aroma a tierra húmeda. Por lo que, decidió entrar al establo de los caballos a ver quien se encontraba dentro. Pero apenas puso un pie en el lugar se detuvo observando a un joven castaño acariciar al caballo más pequeño del lugar. Al escuchar los pasos ambos voltearon a verlo.
-Eres tú, Jimin- sonrió un tanto apenado, mientras el nombrado hizo una reverencia.
-Príncipe, ¿que hace aquí tan temprano?- presguntó suavemente.
-Vine a saludar a "Sky"- sonrió amablemente.
-¿Sky?- Preguntó más que confundido, mientras se acercaba.
-Sky es mi caballo, mira retrocedió unos pasos- para que el animal pudiera ser contemplado.
El caballo era bastante hermoso, pero sus ojos eran lo que más llamó su atención, aquelllos ojos eran claros, como los propios.
-Es muy bello- comentó, acercándose al caballo, que era más pequeño que el resto
-Igual que tú- sonrió coqueto el menor, provocando que el rubio se detuviera y sus mejillas se colorearan, a lo que el príncipe solo río -Quiero decir... que tus ojos son muy atrayentes- aquellos comentarios estaban logrando que el rubio se avergonzara.
En algo estaba en lo correcto, Jimin resaltaba del resto por su apariencia poco común, sus ojos azulados y su cabello rubio, además de demostrar su cariño de una forma bastante afectiva y dulce. Pero como siempre, en su pueblo lo diferente era sinónimo de extraño y desconocido, por lo que desde pequeño lo trataban diferente, a él y a su amigo.
De repente el aroma a tierra húmeda se hacía más fuerte, provocando que pusiera su atención sobre el dueño de aquel aroma, el cuál se acercaba a pasos lentos. Aquel aroma le recordába los días frios y lluviosos, en los cuales después del asistir al colegio llegaba a su casa empapado. Entonces, su madre le servía una tasa de chocolate caliente, él amaba el chocolate porque lo relajaba y lo mantenía feliz. Era por eso que el aroma de Taehyung lo clamaba, y realmente lo extrañaba.
-¿Jimin que pasa?- preguntó el príncipe preocupado al verlo triste tan de repente.
Fuera de sus pensamientos el rubio lo observó y solo asintió, dejando salir un suspiró.
-Jimin.. quiero disculparme por mi comportamiento del otro día, no sé que ocurrió connigo, era como si mi cuerpo se manejará solo- explicó preocupado.
El nombrado solo lo miro sonriente, sin saber que más hacer, era la primera vez desde que llegó a ese lugar, que alguien se disculpo con él por algo.
-Te lo compensaré, confía en mi- anunció animado, provocando que finalmente el rubio lo miraba con sorpresa. Después de unos segundos el castaño salió del lugar.
Después de unos minutos procesando lo sucedido, Jimin salio del lugar para ir a cambiarse, pues sus clases empezaban en poco más de una hora, pero necesitaba desayunar algo que le diera energía.
Pero no se espero encontrar todo el revuelo dentro de los dormitorios cuando entró a los mismos, un tanto confundido se acerco a Rose, observando como las jovenes del lugar estaban más arregladas de lo normal y corriendo apresuradamente de un lado a otro.
-Rose ¿qué sucede aquí?- preguntó, sabiendo que ella le respondería.
-Jimin, ve a alistarte- ordenó suavemente.
-Pero.. ¿para qué?- el joven estaba visiblemente desentendido con todo aquello.
-¿No te enteraste?- Preguntó genuinamente sorprendida al verlo, a lo cuál el joven frunció su entrecejo en señal de no entender nada -La Emperatriz vendrá a escoger chicas para el harem del príncipe Jungkook así que acomodate- apenas terminó de pronunciar aquello se anunció la llegada de la Emperatriz.
La Esposa del Emperador caminaba lentamente a lo largo de la hilera formada por las jóvenes y al final de la misma se encontraba el rubio observando cada paso de aquella mujer poderosa.
Con sus manos tomaba el mentón de algunas de ellas y movía levemente el rostro, para poder observar mejor load rasgos de las féminas. Y así pasó frente de cada una de las jóvenes, quiénes la observan expectantes de ser o no elegidas para formar parte de el harem del príncipe más joven y tener la oportunidad de pasar las noches de los celos a su lado. Además de quizás poder conviertirse en afortunadas, o quien sabe.. tal vez darle un hijo. Aunque estaban muy conscientes de que eso estaba prohibido, pero, el destino podia ser muy caprichoso a veces, así que esperaban ser elegidas.
Por otro, tenemos a Park Jimin, el chico que solo extrañaba a su familia e incluso deseaba volver con ellos, aún asi haya pasado muchos meses ya. Lo más probable era que lo hayan dado por muerto, pues ni sus familiares, ni mucho menos sus compañeros esperarian que él llegará a aquel hermoso palacio. Sin embargo, quizás el destino tenia otros planes para él y por eso llegó a aquel lugar. Pero él queria volver a su hogar, no obstante nadie parecía querer ayudarlo, eso quería decir que tendría que vivir como sirviente en aquel palacio hasta su muerte.
¿Quién querría vivir a merced de otra persona hasta el día de su muerte?, porqué eso era lo que haría, si se quedaba en ese lugar, lo más seguro era que viviría para servir a la Emperatriz.
Pero ¿qué pasaría si lo elegían?. Según le habían enseñado el pasaría los celos del príncipe más joven con él, lo cual no se escuchaba del todo mal, a excepción de una cosa...
El príncipe Jungkook era menor que él. Y a pesar, que lo más seguro era que con el pasar de los meses su contextura y cuerpo cambiarían por presentarse como alfa, además de ejercicio, había algo que no le agradaba.
Apenas se le cruzó la idea del joven castaño y él juntos o con un pequeño cachorro su lobo gruño molesto. Al parecer su lobo tampoco estaba de acuerdo con la idea.
Pero los sonidos de unos pasos deteniendo justo frente a él, lo hizo levantar la cabeza que desde el comienzo, hasta ahora ese mantenia gacha, mientras el rubio se perdia en sus pensamientos. Pero ahi estaba, por fin tenia a la Emperatriz delante suyo, observandolo detenidamente, hasta que finalmente sus miradas se encontraron.
Continuará....
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🐣 ¡Hola! 🐣
Por fin.... ¡día se actualización!
Hoy fue un día muy ocupado, pero bueno😃😃
Espero les guste el capítulo😉 y ¿qué creen que pasará?
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UN CHICO OMEGA EN EL HAREM
RandomHarem, era un sitio donde habitaban las mujeres más hermosas del mundo, o al menos en Turquía, el Harem del Palacio Topkapi tenia esa reputación, que hasta ahora lo precede. Este será un FanFics con los integrantes de una boy band muy conocida llama...