UN CHICO OMEGA EN EL HAREM

(Cap 13) UN LAZO QUE SE EMPIEZA A CONSTRUIR

Jimin despertó por la poca claridad que se colaba a través de la ventana, lentamente se sentó en la cama, observó a un costado suyo. Se encontraba desconcertado, por lo que desconoció el lugar, pero identificó su ropa tirada en el suelo, lo cual lo asustó. Después giró a lado contrario y observó al joven alfa de pelo negro, la tez pálida, que se encontraba dormido. ¿Qué sucedió?

Aquella vista lo aterro aún más, no sabía que pensar, esperaba que sus ojos lo estuviesen engañando, pero al encontrarse a si mismo sin prenda alguna solo confirmaba la situación que tanto lo afanaba. Ante una oleada decepción que inundó su cuerpo, él solo pudo suspirar. Y justo en ese momento los recuerdos llegaron a su mente, haciéndolo sentir avergonzado por su desvergonzado comportamiento, él jamás había pasado por un acontecimiento similar, quizá por el hecho de que sus celos siempre los pasaba consumiendo supresores, pero jamás en compañía de algun alfa.

Todo aquello lo estaba inundando y las lágrimas en sus ojos lo reflejaban. Jamás imagino encontrarse en una situación similar y tampoco lo deseaba; pro simplemente sucedió. Quizás el destino realmente le tenía preparado un camino tan diferente al que él hubiese querido.

El joven omega de cabello rubio se encontraba tan sumido en sus pensamientos que una pequeña punsada en su vientre lo hizo saltar del sustó. Aquello solo era una clara señal de que tenia que salir de ahi si no queria que el alfa a lado suyo despertará por la intensidad de su aroma que poco a poco iba creciendo.

Su cuerpo estaba completamente sucio, cada parte le dejaba una sensación extraña cuando pasaba sus manos, rozando su piel, debido a la capa de sudor que hace horas atrás tenia. Necesitaba una ducha urgente.

Salio de la cama cubierto con una manta, camino hasta posicionarse frente al espejo de la habitación y la dejo caer lentamente al suelo. Mientras su cuerpo era descubierto por si mismo, el espejo le regalaba una imagen completa que ni el mismo a lo largo de su vida pensó observar jamás.

Le mostraba aquel cuerpo antes blanquecino y completamente pulcro, ahora estaba lleno de mordidas, chupetones y marcas. Empezando por sus muslos, los cuales estaban rojos, su pecho, sus labios también se encontraban rojos y maltratados de ser mordidos constantemente por el joven que se encontraba dormido cómodamente en la cama. Pero en el lugar en donde cualquier omega esperaba tener una marca era el cuello. Sin embargo en aquella delicada zona no solo no habia dicha preciada marca, provocando que su pequeño lobo bajará sus orejas en señal de tristeza. Sino, que el mismo estaba llena de marcas rojas y alguno que otro chupetón. Esto provocó la llegada de otro suspiro de decepción a sus labios. Sin perder más tiempo recogió su ropa y se vistió.

Su vientre volvió a molestarle, esta vez haciendolo sentir más dolor que antes. Aquella era una clara señal de que tenia que salir de la habitación lo más rápido posible.

Los minutos pasaron y Jimin asustado salió de la habitación, mirando a ambos lados, esperando que nadie lo descubriera, y sin mirar atrás salió con dirección a los baños. Apenas llegó, de adentro a uno de los cubículos. Cuando su cuerpo estaba completamente limpió otro tirón se hizo presente, logrando que se retorciera de dolor.

Como pudo se vistió y salió del cubículo a pasos lentos. Pero, el sonido de unos pasos lo detuvieron. El omega estaba nervioso, pues la mayor parte del lugar se encontraba impregnado con su aroma. Entonces, una joven entró cubriendose la nariz y encontró al joven con lágrimas en los ojos y abrazandose a si mismo para intentar calmar el dolor.

Jimin no pudo reconocer a la joven que lo observaba, pero si la pudo notar un poco asustada. La joven sacó a la vista un frasco del cual tomó una pastilla y se la extendió. Con un poco de desconfianza y lentitud el joven la recibió y la llevo a su boca, para tragarla sin más. El sabor era desagradable, pero ya sentía su cuerpo un poco más relajado. Cuando, finalmente se puso de pie no pudo encontrar a la joven que lo ayudo o por lo menos no la reconoció.