(Cap 11) EL SOL Y LA LUNA

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Los días se convirtieron en semanas y las semanas en un mes. Hasta que finalmente llego el festejo del cumpleaños de ambos príncipes menores, a pesar de que ambos se negaron por el estado de su padre, el Emperador. Sin embargo, ambos monarcas ya habían ordenado a todos la organización del festejo.

El joven rubio se encontraba parado e impaciente a que llegué su turno, en un evento que aún no habia comenzado, al igual que todos se encontraba detrás de la puerta que daba al gran salón.

Al otro lado, los integrantes de la família real se encontraban esperando la llegada del heredero al trono, quién después de algunos minutos se adentró al salón vestido con una camisa blanca, un pantalón dorado un poco ajustado y una túnica elegante negra, con mangas doradas.

A penas el rubio vio al joven de tez clara como la nueve se sintió inexplicablemente nervioso, era extraño, aquella sensación jamás le habia pasado. Sin embargo, parecía no ser el único ansioso, pues en su interior sintió a su peludo amigo removerse inquieto. Pero todo se terminó cuando una mano lo tomó del hombro para hablarlo y hacerlo retroceder.

-¿Nadie te enseñó que es de mala educación espiar a las personas?- preguntó molesta su maestra de danza, a lo que Jimin solo bajo la cabeza como un cachorro regañado.

Sin más en la otra habitación comenzó a sonar la música, mientras la maestra junto a todas las jóvenes para darles algunas indicaciones. Entonces, el joven rubio decidió dar un último vistazo, pero lo que encontró no era para nada lo que alguien se esperaba.

Aquel joven de tez clara cual nieve y labios delgados que hace poco ingreso al lugar no parecia mostrarse entusiasmado ocn la celebración, es más nisiquiera parecia mostrar interes por la misma, su gesto reflejaba que genuinamente no quería estar ahí.

-Otra vez -regaño la maestra y sin consideración halo bruscamente a Jimin para hablar a solas con él.

-Debido a tu mal comportamiento estoy considerando anular tu presentación... -fue interrumpida por una joven de pelo rosa.

-¿Algún problema?- preguntó amablemente.

-Este joven no sabe como comportarse- ambas observaron al rubio -Es mejor que se quede quieto, a menos que ya no quiera ser parte de esta celebración y perder esta oportunidad que le otorgaron- advirtió severamente la mujer.

-No se preocupe, yo me encargaré- se comprometió la chica, a lo que ambos recibieron una mirada de desagrado por aquella severa mujer, y sin más se fue.

-Jimin no puedo creer que a estas alturas tenga que seguir salvando de ti- suspiro y el joven omega sonrio.

La chica al no obtener respuesta lo observo, el conjunto que llevaba su amigo no era adecuado, lo más extraño era que la Emperatriz habia encargado un conjunto especialmente diseñado para él, para lo cual le tomaron las medidas. Pero al parecer nadie sel lo entregó.

Sin decir palabra alguna, la joven salió del lugar y se dirigió dónde descansaba la Emperatriz, a quien con cautela le informó lo sucedido y al poco tiempo regreso con el joven.

-Acompañame- ordenó la pelirosa, tomandolo de la mano, pero el joven no se movió.

-Pero... Rose...

-Me lo agradeceras después- y finalmente el rubio cedio.

Después de algunos minutos ambos llegaron al salón de danza, donde luego de buscar, encontraron un pequeño cajón de madera camuflado como una pequeña mesa y dentro este, encontraron la ropa. Rose la tomó con una mano y con la otra se llevo a Jimin hasta los baños

-Ponte esto, es un encargo especial de la Emperatriz- ordenó seriamente y el joven obedeció sin refutar, pues no tenían mucho tiempo.

-Perfecto- habló mientras daba pequeños saltos emocionada. Todo parecía salir como se esperaba.

-Ahora vámonos - pero cuando empezó a caminar el joven fue detenido por la chica.

-Espera un momento- se acomodo en frente suyo y saco unos cuantos artefactos de una pequeña bolsa que llevaba escondida -No permitiré que salgas asi- advirtió, mientras aplicaba un poco de crema en el rostro del joven.

-Pero...

-Nada de peros, hoy es tu gran noche, así que debes estar presentable- dijo aplicando ahora la base.

Los minutos pasaban y el joven rubio estaba cada vez más inquieto por regresar, mientras la chica corregía algunas cosas en el delineado.

-Un toque de bálsamo labial y listo- sonrió satisfecha con su trabajo.

-Bien, ahora vamonos- ambos salieron apresurados para alcanzar la presentación, pero cuando llegaron todo parecia ya haber terminado.

-Ya terminó todo- le informó la maestra, mientras sonría con suficiencia, dejando al joven con una exposición de tristeza y los ojos llenos de lágrimas.

Mientras tanto, en el salón el menor de los príncipes se puso de pie y se apresuró a hablar, antes de que su hermano mayor diera por terminada la celebración.

-Antes de terminar esta celebración por un año más de vida de mi hermano mayor NamJoon y el mío, me gustaría presenciar una última presentación de baile -dijo, con la esperanza de poder presenciar aquello en lo que tanto Jimin trabajo.

Las jóvenes al oir eso se emocionaron, pero aquella emoción fue interrumpida por otro comentario.

-Lo lamento príncipe pero eso es todo lo que tenemos programado para esta celebración y esperamos que haya Sido de su agrado- dijo la madre del príncipe heredero, quién observaba la escena desde lejos.

-Puede ser, pero el príncipe Yoongi no ha dado el punto final a este festejo- argumentó -Además, como bien mencioné es también el festejo por un año más de vida no solo de un príncipe, sino de dos, asi que, hermano...- dirigió su vista hacia el chico, quien a pesar de ser temprano solo queria dormir y salir de ahí, pero...

-Esta bien, consideralo mi regalo de cumpleaños para ti, adelanté -sonrió, nos minutos más no cambiaría nada y él iría a dormir.

Sin perder tiempo, el castaño llamó a la maestra de danza, al salón.

-Haga pasar al joven Park Jimin, por favor- pidió amablemente, a lo que no le quedo de otra que llamarlo, pero cuando el joven estaba por cruzar la puerta, fue nuevamente detenido por la pelirosa.

-Tus zapatos - señalo, a lo que sin pensarlo dos veces se los quito -Y... esto, como tú no puedes usar un velo en el cabello como el resto de las mujeres en este lugar, llevalo en el hombro -sin más colocó aquella tela de ceda sobre el hombro derecho del joven.

Así pues el rubio inhaló y exhalo profundamente y dio el primer paso para entrar al salón, con los nervios a flor de piel camino bajo la luz del lugar y de todas las miradas, en especial una bastante interesada. Aquel joven de tez pálida como la nieve lo analizaba detenidamente. Desde los pequeños pies descalzos, a aquellas pequeñas y adorables manos, hasta finalmente llegar a esos rosados y pomposos labios. Todo en aquel joven decia "mirame" pero lo que más llamó su atención, fueron aquellos ojos azulados que resaltaban gracias al sutil maquillaje, aquellos ojos que parecían haber querido derramar algunas lágrimas.

Cuando finalmente el joven ingresó al centro del salón hizo una reverencia hacia la familia real, se giró y al observarse mutuamente parecía que el mundo se hubiese detenido. Ambos estaban perdidos en los ojos del otro.

Sin embargo, en su interior sus lobos parecian estar más que contentos, finalmente el sol y la luna de habían encontrado en un mismo lugar.





Continuará....






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Al fin....😅😅
Tenia que actualizar el lunes, mil disculpas, pero no pude hacerlo.

Espero que les guste este capítulo.😊😊😊😊

✨✨Pronto veremos un Eclipse✨✨

Nos leemos el viernes.

UN CHICO OMEGA EN EL HAREMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora