Harem, era un sitio donde habitaban las mujeres más hermosas del mundo, o al menos en Turquía, el Harem del Palacio Topkapi tenia esa reputación, que hasta ahora lo precede.
Este será un FanFics con los integrantes de una boy band muy conocida llama...
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Ya habian pasado cuatro días desde que el joven omega salio de su habitación después de darle una bofetada y su relación con su lobo habia pasado de ser exigencias para que vaya a disculparse con el omega por parte de su lobo, a simplemente no hablarle. Lo cual, en contra posición a lo que creía comenzó a sentirse más agobiado que antes
Por las noches no podia dormír adecuadamente, por tratar de hablar con su lobo. Hasta la noche anterior en la que aquel omega nuevo entro en su habitación, y desde aquel momento su lobo no habia parado de recriminarle acerca sobre la presencia de aquel omega
Un nuevo día habia comenzado y el príncipe, como todos los días se despertó, observó la ventana, que tenia las cortinas cerradas aún. Quiso levantarse, pero su cuerpo se sentia pesado, sin fuerzas, últimamente aquello le sucedía cada mañana, aunque desconocía la razón
Sin embargo, esa mañana en especifico los sintomas eran peores que el resto de días. Llevo una mano a su frente, comprobando que esta se encontraba muy caliente, lo que significaba que tenia fiebre
Todas aquellas señales lo alarmaron, asi que sin más hizo lovque probablemente debip haber hecho desde hace dias, llamar a los doctores y como aquella noticia no paso desapercibida por su madre, pues ella también se hizo presenté en la habitación del joven alfa después de algunos minutos
El medico de cabezera sostenía una toalla remojada en agua fria sobre la frente del príncipe, pues era evidente su fiebre y sabia que si esta se elevaba demasiado el joven alfa podia comenzar a convulsionar, lo cual era bastante peligroso
Al ver a la madre del joven, el médico dejo a su asistente acargo de cuidar al joven alfa. Mientras, él hablaba con su madre
Apenas salieron la puerta de la habitación volvió a abrirse y entro jungkook con una mueca de preocupación adornando su rostro
—¿Qué sucede? —preguntó, observando a su hermano, acostado, con una expresión vacia y sin ánimos
Pero, lo que más llamo su atención fue el hecho que el aroma a cítricos de su hermano era mínimo, realmente aquello era extraño porque aquella era su habitación y apenas era perceptible aquel aroma
El más joven de los príncipes no entendía lo que sucedía, aunque debia admitir que en los últimos días lo había visto más palido de lo normal. Todo era muy extraño, hasta que vio un libro, y uno que conocía muy bien, pues su madre le contaba la historia que se encontraba ahí cada noche
—Yo me encargo —comentó el príncipe, acercándose, para tomar la toalla
—No se preocupe príncipe —el asistente trató de negarse, pero el príncipe no le dejo elección
—Tomé un descando —sonrio, pues su verdadero objetivo era hablar con su hermano
Una vez, el asistente salio por la puerta el ambiente era más ligero
