⏪ Las cosas a mi manera ⏩

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Un nuevo día en aquel Palacio, el sol en lo más alto del cielo y Jimin estaba sentado en su cama, con su pequeño en brazos y una bella sonrisa en su rostro

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Un nuevo día en aquel Palacio, el sol en lo más alto del cielo y Jimin estaba sentado en su cama, con su pequeño en brazos y una bella sonrisa en su rostro. Habia padado la noche alado de su alfa y su pequeño en medio de ambos, en definitiva fue una linda noche para él, junto de su nueva "familia" si es asi como podía llamarlo

De repente el pequeño cuerpo fue "arrebatado" de sus manos por una de las jóvenes que estaba ahí para ayudarlo y el bebé comenzó a llorar

—¿Dónde lo llevas? — preguntó, intentando sujetar nuevamente a su pequeño bebé, mientras su lobo no paraba de gruñir

— Joven no se preocupe, nosotras lo cuidaremos y así usted podrá recuperarse con mayor rapidez —informó la joven con una sonrisa

—Pero ¿Qué estás diciendo? —cuestionó un poco molesto, pues tenia la sensación de que algo malo podía pasarle a su hijo. Además, de la incertidumbre en su acerca de donde tendría a su bebé

—Es por su bien, asi usted podrá estar en buenas condiciones para darle al príncipe más descendencia —sonrío

Pero, aquellas palabras molestaron aún más al joven rubio. ¿Acaso era visto como una maquina que servía única y exclusivamente para darle hijos al futuro Emperador?. Al parecer dentro del harem asi era

—Dame a mi pequeño en este instante —ordenó entre gruñidos que asustaron a la joven y una vez que su pequeño estuvo en sus brazos se concentró en calmar su llanto

Los segundos pasaban y el pequeño DaeHyun no parecía tener ni la más mínima intención de calmarse. Un poco desesperado desabotono su ropa y colocó al pequeño dentro esta, en contacto con su piel

Aquella forma de calmarlo funcionaba, o por lo menos eso le decían sus padres, pues era el método que usaban con su hermano y con él mismo. Pero, al levantar la vista pudo notar que las jóvenes lo observan horrorizadas

—¿Sucede algo? — cuestionó con una ceja levantada, a lo que ellas únicamente negaron

Pero todo quedo en silencio gracias al pequeño que finalmente se había calmado y el omega volvió a sonreir

Entendía que en el Palacio y el Harem existían formas diferentes de hacer las cosas. Pero, si él vivirá en aquel lugar, realizaría muchas cosas a su manera

—¿Alguien ha visto al príncipe Jungkook? — preguntó ya más calmado

Ambas jovenes se observaron con duda y negaron. El omega considero la posibilidad de que estuviese a lado de su alfa, asi que no le dio más vueltas al asunto

La imagen de aquel Príncipe le recordó a la emperatriz y supuso que estaría preocupada, así que decidió enviarle un mensaje que las jóvenes fueron encargadas de escribirla, para posteriormente enviarla con uno de los mensajeros






UN CHICO OMEGA EN EL HAREMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora