Chico Nuevo en Clase.
El tono de mi despertador del celular hizo que abra los ojos, no que me despierte, que los habrá. Porque sinceramente, de domingos a lunes, no duermo, con el terror y la desgracia que tengo, de ir al Instituto Hoover High School; el lugar, ni siquiera lugar, el infierno, en que tengo que ir de lunes a viernes, doble horario, a sufrir y aguantarme miles de cosas. Se preguntarán, ¿por qué razón, si sufres tanto, no solo te cambias de Instituto?, la simple razón es que, ya me he cambiado 3 veces, y como mis padres, sumando a la situación que no están presentes casi nunca, no les interesa mi estado de ánimo, o como la pasé en ese infierno, y “es muy exagerado y dramático que te cambies, otra vez, en 2 años”.
En fin, me levante de la cama, fui hacia el baño y me mire al espejo, las voces de los estudiantes de mi clase en mi mente rebotaban, “Eres fea”, “Gorda”, “Nadie te quiere, eso te pasa por estúpida”; las lágrimas, obviamente y como siempre, no tardaron en llegar a mis mejillas, desgraciadamente, soy así, sensible y llorona, otras de las razones porque me odio.
Abrí las canillas de la ducha y comencé a sacarme la ropa, cuando el agua estaba templada me metí y deje que las gotas artificiales me mojen todo el cuerpo. Cuando terminé de bañarme, salí, me sequé, y fui directo a mi armario. Al ver mis muñecas marcadas, volteé mi mirada hacia la ventana, y agradecí a Dios a que sea un día nublado y con diluvios de lluvia. Tomé una remera manga larga rosada claro, un jean y unas Vans grises con estrellas blancas y como toda niña, simple, de 17 años, me puse un poco de rímel y sombra en los ojos. Fui al baño y lavé mis dientes, arreglé un poco mi pelo, y dejé que los cabellos, un poco ondulados, rubios, caigan por mi espalda.
Desconecté mi celular del cargador, lo metí en mi bolsillo y bajé las escaleras. En la cocina, nadie, lo mismo en la sala de estar; saqué un vaso de la cómoda de abajo y abrí la heladera. Luego de tomar la mitad de mi vaso de jugo me levanté, saque mi celular, vibrando, de mi bolsillo y era un mensaje de mi prima, Amanda: “¡A despertarse si no quieres llegar tarde, linda!; ella siempre me manda un mensaje a las 7:00a.m, por más de que no vaya a mi secundaria, me apoya, pero no sabe todo lo que he pasado, sabe muy pocas cosas, pero igual me apoya. Ella cree que yo me levanto con su mensaje, pero siempre me levanto media hora antes, para llegar temprano al Instituto y que nadie se fije en mí si llego a llegar tarde.
“Gracias, nos hablamos”, le contesté. Subí a mi habitación y volví a lavarme los dientes, me miré una vez más al espejo, sonreí de lado, pero esa sonrisa desapareció cuando vi una lágrima salir de mi ojo derecho; la corrí inmediatamente, me di media vuelta y salí del baño.
Tomé mi bolso con dos cuadernolas, y mi cartuchera dentro, me acerqué a la puerta, tomé mi paraguas negro, salí y lo abrí. Llovía un poco más fuerte de cuando miré por la ventana, desde mi habitación.
Como mi liceo quedaba a 5 cuadras de mi casa, iba caminando, por más de que tenga un auto, el cual mis padres me regalaron, pesando que iban a llenar ese vacío que tengo por ellos, con un auto.
Llegué al Instituto, y algunas chicas en la puerta se callaron cuando comencé a subir las escaleras de la entrada, las miré de cabeza baja y volteé la mirada cuando una de ellas se rió y comenzaron a hablar nuevamente, pero esta vez era de mí.
Cuando entré, cerré el paraguas y fui directo a mi casillero, lo abrí y saqué los libro de todas las clases que tenía hoy; todos sacan los libros cuando tienen la clase, en la hora de la clase, pero yo prefiero ahorrarme “humillación” cuando vaya a ir al casillero; en fin, puse mi paraguas dentro, lo cerré y comencé camino hacia la clase del piso arriba, de Física. Cuando estaba llegando a la clase un chico me pechó e hizo que mi bolso caiga al piso, “Estúpida” dijo y se fue riendo con sus amigos, yo me agaché y levanté mi bolso, miré hacia arriba y me paré, asustada, por la presencia de Angela, según todos, la chica más sexy e inteligente de todo el Instituto, pero también mala, y con una mente muy abierta, pero oscura, y es una de las personas que más me molesta aquí. Quedé en frente de ella, yo, mirando hacia abajo.
----Hola-.Dijo con asco y sus amiguitas de atrás rieron-. ¿Ya te dijeron lo gorda que te vez con esa blusa?-. Ella y sus amigas rieron nuevamente, yo seguí mirando para abajo-. Además de gorda y fea, nos falta el respeto-.El timbre sonó-. Sabes que se mira cuando te hablan-.Me levantó la cabeza, tomándome por la barbilla fuertemente-.¿No vas a contestar?-Me preguntó y me miró esperando una respuesta. Le iba a responder, solo por el hecho que el timbre había sonado e iba a llegar tarde.-
----Lo… lo siento, debo irme.-Miré nuevamente hacia abajo y me fui.-
Seguía habiendo chicos y chicas fuera de las clases y dentro de la mía, solo estaba la profesora Nebrosa, y algunos alumnos, los que más saben, ellos son los únicos en todo el Instituto, que no me hacen ni dicen nada, de mi clase. Como siempre, me senté al frente, ya que en la parte del medio están todas las chicas, y en la parte de atrás los chicos, para poder mirar a las chicas.
Cuando todos estaban en la clase, la profesora comenzó a hablar de las leyes de Newton y cosas sobre eso, yo solo copiaba cada cosa que decía en la pizarra y cuando no escribía tomaba apuntes; ya que en dos semanas, teníamos el examen de mitad de año y quería aprobarlo.
Luego de las dos horas de Física, el recreo de diez minutos comenzó, todos salieron menos yo y otros quedamos dentro. Cuando tocó el timbre todos entraron, pero detrás de los alumnos venía el director.
----Buen día, alumnos-.Dijo cuando todos estaban sentados y callados-.
---- Buen día-.Respondimos todos en coro-.
---- Permiso, lo siento-.Dijo un chico con pelo castaño y ojos marrones, vestido con una remera gris de un tiburón y un jean negro, entrando a la clase.
---- Pasa, Dallas-.Dijo el director-. Bien alumnos, el es Cameron Dallas-. El chico se puso a su lado-. Es de la clase de al lado, también es de 6to grado(6to grado es el último año de liceo), y por el tema de exámenes, estará aquí, por las últimas dos semanas y medias, por causas de conducta-.El chico sonrió-. ¿Tienes algo para decir, Dallas?-.Cameron asintió-.
----Bueno chicos-.Frotó sus manos-. Seré su compañero-. Miró a todos, pero cuando me miró, me quedó mirando y sonrió. De seguro estará pensando, y reconociéndome, que soy esa chica, de la que todos hablan mal…- Espero llevarnos bien-. Dijo en alto sin dejar de mirarme. ¿Dónde me siento?-.Dijo cuando desvié mi mirada-.
Todas las chicas comenzaron a decir, “Aquí, Cam” “Siéntate a mi lado”, raro de ellas regalándose frente a un chico. Sin embargo, Cameron no se sentó en la parte del medio y tampoco en la parte de atrás, sino adelante, dos lugares lejos de mí. Es lindo y bonito, pero sé que si tan solo le hablo, o lo miro, todas las chicas vendrán contra mí y me dirán que no me acerque a él… Tampoco tendría el coraje de hablarle, o tan solo mirarlo a los ojos, porque sé que será igual que todos…
Aquí en primer cap. A mí no me pasó nada de esto, tan solo me quise expresar... Tengo dos links, el de Cameron y el de la ropa que se puso Alisson, tal vez deje links, uando alla vestuario o algo así:) Ropa de Alisson: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=143218852&.locale=es Cameron: http://s5.favim.com/orig/141001/amazing-beautiful-beauty-boy-Favim.com-2114875.jpg
Espeor que les gusteeee
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Detrás de mi sonrisa, tengo una mentira.
Fanfiction“Fingir”, es la palabra que me tiene marcada desde que todo comenzó. No sé por qué, ni cuándo exactamente pasó esto… Tan solo pasó, y no sé las razones, pero eso, cambio mi vida, completamente, y no creo que algo, algún motivo, o mucho menos alguien...