Louis estuvo emocionado todo el día por su primera cita en años. Todos lo pudieron ver luego de la la tercera vez que cocinó el platillo equivocado, y ninguno iba a dejarlo vivir sin molestarlo después de eso. Otra de las desventajas de tratar a sus empleados como familia.
—Fue un día terrible —se quejó Andrew una vez hubo terminado de limpiar las mesas ya vacías—, me gritaron tres veces por llevar los platos equivocados y más de cinco por tardar en entregar la comida a los clientes... La propina de hoy no alcanza ni para comprar un libro de química.
El jefe lo miró con remordimiento de ser la causa de los insultos dirigidos al más joven de sus empleados.
—Imagina lo que fue picar más de cinco kilos de cebolla en vez de hervir cinco kilos de capellini porque alguien no bajaba la cabeza de las nubes —le secundo Mara.
Ambos eran los últimos en irse además de Louis. Entre los tres solían dejar todo limpio y en orden antes de cerrar el establecimiento.
—Yo te compraré los libros que necesitas para la escuela —el rostro del universitario se iluminó y comenzó a agradecer efusivamente al hombre—, pero no esperes que te de un regalo de cumpleaños el próximo mes.
—¡Esto es equivalente a mi cumpleaños, navidad y el día de San Patricio de los próximos tres años! —el muchacho lo abrazó fuerte y después tomó sus cosas para salir corriendo del lugar en dirección a su casa.
Sonrió con ternura para luego ser sacado de sus pensamientos por la cocinera.
—Sabes que no esta exagerando, esos libros no son nada baratos.
—Lo sé, pero no me gusta que siga pidiendo horas extras para poder cubrir gastos cuando podría pasar más tiempo estudiando —se encogió de hombros y la mujer le dio la razón con un asentimiento.
—Todos lo apreciamos —rodó los ojos sin perder la sonrisa de su rostro—. pero ahora que se fue a casa es momento de que me digas por qué has estado tan distraído todo el día.
Mordió su labio con la intención de ocultar su sonrisa.
—No les había querido decir nada, pero Liam y yo nos separamos. Hoy legalmente soy un divorciado más en la sociedad.
—¿Y eso es lo que te tiene sonriendo cada dos segundos? —cuestionó divertida—. Entiendo que era un idiota, nadie aquí lo decía a pesar de que todos lo pensáramos, pero sé que eso no es todo lo que te tiene así.
Dejó de ocultar su sonrisa, comenzó a apagar las luces del lugar y a encender la alarma. Ambos llevaban puestos sus abrigos mientras se dirigían a la salida.
—Es que hoy tengo una cita.
Como si hubiera recibido una señal, Harry bajo de su auto donde estaba esperando para caminar hasta la entrada del lugar y saludar. Ofreció su mano y la chica la tomó sorprendida, pensando por qué el chico le parecía tan conocido.
—¿Estás listo? —preguntó el rizado una vez Louis hubo cerrado el restaurante con llave.
—Seguro —se acercó a él para caminar al vehículo, pero se dio la vuelta hacia la chica antes de subir—, ¿quieres que te acerquemos a algún lugar?
—No gracias. Mi motocicleta está en la esquina.
Ambos hombres se despidieron agitando la mano en el aire y después de fueron en el coche. Fue una hora más tarde cuando estaba a punto de quedarse dormida que recordó al rizado de ojos verdes como el cliente que iba semanalmente y del que frecuentemente escuchaba a los meseros hablar soñadoramente. Soltó una risa al imaginar la reacción de sus compañeros cuando se enteraran de la noticia.
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Infieles [L.S.]
FanfictionLouis está felizmente casado. Harry está felizmente soltero. Harry cree que todos serían infieles en las condiciones correctas. Louis cree que nadie verdaderamente enamorado sería infiel. "-Cariño, nadie es realmente fiel, -dice Harry lamiéndose los...