Epílogo

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Al principio Louis tenía sus dudas sobre la fidelidad de Harry, y algo de lo que ni siquiera el rizado lo podía culpar.

Su miedo no era algo que estuviera presente en todo momento de su relación ya que por lo general se enfocaba en disfrutar su tiempo con Harry,  y sin embargo las demás personas parecían querer discutirlo a cada rato. Desde Niall y Zayn como un par de amigos preocupados porque volvieran a lastimar al ojiazul, hasta Gemma y Anne que querían asegurarse de que Harry no arruinara las cosas con una aventura.

El miedo era pequeño pero que después de casi dos años seguía ahí, y Louis mantenía sus dudas de si deberían estar juntos. Pero todas esas dudas se disiparon una noche en que se verían en un restaurante para celebrar el nombramiento de Harry como socio de la firma de abogados para la que trabajaba.

Con Liam estaba acostumbrado a que el otro llegara muy tarde y en más de una ocasión ser plantado, pero con Harry era todo lo contrario. Nunca más tuvo que esperar por más de cinco minutos en sus citas.

De hecho esta vez era él quien venía llegando tarde —aunque por menos de cinco minutos— y cuando llegó, pudo encontrar a su novio leyendo algo en su teléfono mientras una chica morena y alta se sentaba en el que debía ser su lugar. Se detuvo un poco lejos para ver como terminaba la situación sin que Harry supiera que estaba viendo.

—Hola, mi nombre es Megan. Mucho gusto.

La mujer se presentó con coquetería.

Louis bufó un poco ante lo obvia que resultaba la chica con su vestido rojo, tratando de juntar los brazos para que sus pechos se vieran más voluminosos y batiendo sus pestañas como si fuera una niña inocente. Sabía que se veía hermosa, pero el ojiazul no iba a admitirlo en voz alta cuando contara la historia después.

—Harry Styles —respondió serio apenas levantando su vista del aparato—. El lugar está ocupado.

—No te ves como alguien a quien deberían dejar esperando —se estiró por sobre la mesa para acariciar lentamente las manos del hombre y bajara su celular—, ¿por qué no nos vamos juntos a otro lugar?

Quería caminar hasta la morena para quitarla de su lugar con una patada, pero por otro lado, quería ver cómo terminaba la situación sin que él interviniera. 

¿Acaso está eso muy mal?

—Lo siento, pero no estoy interesado en ir a otro lugar.

—Entonces puedo acompañarte a cenar.

La chica procedió a hacer una seña con la mano a un mesero para que les llevara la carta e inmediatamente Harry agitó las manos en la misma dirección para indicarle al joven que no lo hiciera todavía.

—Por favor, vete —pidió amable el ojiverde, en su voz se podía escuchar el fastidió aunque tratara de disimularlo por su creencia de que todos debían ser tratados con amabilidad.

—Vamos, no puedo regresar así con mis amigas —señaló con su cabeza a una mesa detrás de ella donde habían otras tres chicas que se veían de la misma edad que ella. Todas los observaban con fascinación.

—No es mi problema. Por favor, vete —volvió a decir pero esta vez con un tono más duro que hizo a la chica erguirse de golpe sin pararse del asiento.

Se podían ver todas las intenciones de la chica de seguir insistiendo para tratar de convencer al hombre, pero Louis ya había visto más que suficiente como para confiar plenamente en él, así que decidió intervenir parándose frente a la mesa.

De más cerca la morena se veía un poco mayor y con mucho maquillaje. O quizás Louis se estaba esforzando más en encontrarle defectos.

—Lamento llegar tarde, amor. ¿Ella es tu amiga?

Infieles [L.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora