21. Confianza

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A la mañana siguiente Louis volvió a despertar en una cama vacía, pero un leve sonido que provenía del piso inferior le indicó que aún no estaba sólo y si quería hablar con su esposo tendría que apurarse.

Sin perder nada de tiempo se levantó de la cama y bajó a la entrada de su casa corriendo descalzo con solo una playera gris extra grande y sus bóxers, se abrazó a si mismo una vez estuvo abajo para intentar mantener su propio calor corporal.

—Liam, ¿ya te vas? —preguntó torpemente al castaño que estaba arreglado con un traje gris y llevaba un maletín café de piel en la mano, ya estaba tenía la mano en la perilla de la puerta.

Sonrió apenado con su esposo, —lo siento, debo llegar temprano al trabajo y no quise despertarte.

—¿Dónde estuviste anoche? —fue directo, no quería darle más vueltas al asunto, pero en cuanto la pregunta salió de sus labios el rostro de su esposo se llenó de confusión.

—¿Qué?, estuve en el trabajo hasta tarde —le dio un pequeño beso en los labios y se dio la vuelta para abrir la puerta, no tenía tiempo para esas cosas—, compraré algo de desayunar de camino al trabajo, nos vemos en la noche.

El de ojos azules no tuvo tiempo de responder ya que el hombre se fue demasiado veloz. Por eso y porque le había mentido, sabía que no había estado trabajando.

Mentiría si dijera que por su mente no pasaron ideas oscuras sobre Liam y Zayn, pero se trataba de los dos hombres más importantes en su vida, así que hasta que se aferraba a la esperanza de que no era para nada lo que estaba pensando, quizás después de mucho tiempo finamente se llevaban bien.

Pero tampoco iba a quedarse sentado a esperar que la verdad llegará hasta él. No, señor, él la buscaría por todos lados para que su mente pudiera relajarse de nuevo.

Se apresuró en arreglarse con la intención de ir a visitar a su mejor amigo antes de que tuviera que ir al restaurante, tendría un par de horas para aclarar cualquier cosa que estuviera pasando y con suerte hoy no lloraría como los últimos días.

Normalmente llamaría al moreno como mínimo una hora antes para avisarle sobre su llegada, pero sabía que estaría en su estudio y no quería que le pusiera alguna excusa para posponer esta plática. En su lugar decidió llegar sin avisar a la puerta del hombre quien lo recibió en ropa interior, el cabello alborotado y los ojos a medio abrir.

—¿Bebé? —se talló los ojos con cansancio—, ¿qué haces aquí tan temprano?

El castaño le sonrió y se abrió paso en el lugar con una bolsa de papel con una característica "m" a los lados, —decidí sorprenderte un día antes de tu exposición con algo de McDonald's.

El muchacho le sonrió con dulzura y depositó un besó en la frente del ojiazul, —eres el mejor— le susurró al mismo tiempo que tomaba la bolsa de las manos de su amigo.

—Intento ponerme a la altura, —también sonrió con genuina felicidad.

Ambos se sentaron en los bancos altos de la barra que atravesaba la cocina de Zayn, este último aún en ropa interior sin pena alguna. Aunque no es como que le incomodara a Louis, no era algo nuevo para ellos.

—¿Cómo te siente respecto a mañana?, —interrogó el castaño, tomando una papas medianas de la bolsa de papel.

—Muy nervioso, es mi más grande sueño hecho realidad —sonrió ampliamente antes de dar una mordida enorme a su hamburguesa—, por favor dime que estarás a mi lado en todo momento, necesito a mi sol ahí.

Louis agachó la mirada con nostalgia sin dejar de sonreír a su mejor amigo, no podía ni imaginar que el hombre sentado frente a él pudiera lastimarlo de ninguna forma.

—Claro, ya le dije a Mara que quedará a cargo de la cocina —tomó la mano del otro entre las suyas—, Liam y yo estaremos ahí.

El muchacho soltó un gruñido y dejó su cabeza caer sobre su espalda con frustración, sus ojos color ambar lo miraban con molestia.

—Si él está ahí no te dejará estar conmigo.

Miró el puchero que estaba haciendo su amigo y rió, llevando su mano a la altura de sus labios para cubrir su boca que aún tenía comida.

—Ya prometió que se comportaría... Hablando de Liam—detestaba arruinar el momento alegre, pero tenía que ser ahora—, ¿qué hacia él aquí anoche?

El moreno frunció el ceño en confusión, —¿cómo sabes que vino?

—Niall me dijo que lo vio por aquí y yo lo asumí, —mintió con gran vergüenza, sabía que no podría engañar a Zayn, y no lo hizo, pero este tampoco insistió en saber como lo averiguó.

El moreno lo miró por varios segundo, tratando de encontrar las palabras adecuadas para calmar su amigo, pero mientras más tardaba mayor era la ansiedad que sentía Louis en esos momentos.

—¿Confías en mí? —preguntó después de varios segundos tomando al castaño por sorpresa con esas palabras.

—Con mi vida.

—No te puedo decir qué es lo que pasó porque prometí no hacerlo, —llevó ambas manos al rostro del ojiazul, acarisiando sus mejillas con cariño— pero debes confiar en que no es nada malo. Jamás podría hacerte daño.

Los ojos azules de Louis se humedecieron de inmediato, liberando pequeños llantos —es que estoy seguro de que hay algo más y no puedo descifrar de qué se trata.

El más alto lo atrajo hacia él para abrazarlo fuertemente, sintió las lagrimas caer sobre su pecho desnudo y sintió como una parte de su corazón se rompía como cada vez que veía a su mejor amigo llorar. Desde la primera vez que consoló al castaño cuando eran adolescentes se prometió que siempre cuidaría de aquel muchacho.

—¿Además del hecho de que te trata como la mierda? —se le salió sin pensar.

Se separó para ver al moreno a fijamente con sus ojos ahora rojos y llenos de lagrimas, —es el hombre que más se preocupa por mí.

Zayn abrió lo ojos con un poco de asombro que era eclipsado por el enojo que eso le provocaba.

—Esa es la mentira más grande que te has dicho a ti mismo —se levantó violentamente del banco—. ¡Yo soy quien siempre ha estado a tu lado cuidándote! ¡Yo soy el hombre que más se preocupa por ti, no él!

—Zayn, yo... —quiso disculparse, pero no sabía cómo.

—Si en verdad quieres saber lo que estaba haciendo en aquí anoche ve y pregúntale tú mismo.

Jamás había visto al moreno tan enojado como estaba en este momento y se sentía mal por ser el responsable de causar eso, pero tampoco entendía por qué reaccionaba de esa manera.

—El es mi esposo —quiso defender a Liam, o a el mismo, no estaba seguro.

—Debí impedir esa boda. —El castaño se quedó como piedra al escuchar esas palabras— La vida de todos sería mejor de esa forma.

—La mía no.

—¡La tuya más que ninguna otra! ¡Yo me habrá encargado!

Ya no sabía que más responder, no le gustaba la dirección que parecía estar tomando todo.

—Te veré mañana en la inauguración de la galería, —tomó sus cosas rápido para irse del lugar.

—Louis, espera... —quiso tomar el brazo del más pequeño para detenerlo, pero este ya estaba caminando hacia la salida.

—Suerte mañana, Zaynie.

El castaño se fue con el corazón latiendo a mil por hora debido a los nervios que todo eso habían sumado a su vida, mientras que el moreno se maldijo así mismo por haber explotado de esa forma. Pero ambos esperaban que eso no arruinara su amistad.

Infieles [L.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora