137 ·Wonho! ✨

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Hacía calor...

Eran los últimos días de clase y pronto se acercaban los exámenes finales, pero eso no me preocupaba, a excepción de una asignatura.

Matemáticas.

Para lo que mis compañeros eran simples ecuaciones, para mí eran cientos de garabatos que no conseguía descifrar.

No porque fuesen difíciles, sino porque simplemente me era imposible prestar atención.

Solía ser una alumna ejemplar con notas promedio, de ahí que me nombrasen la delegada, pero, este año estaba siendo diferente.

Algo tan simple como un profesor sustituto puso mis estadísticas patas arriba.

Parecía sacado de las mejores fantasías inalcanzables, de tez ligeramente pálida, cabello rubio, ojos castaños, músculos trabajados y una perfecta sonrisa adornando sus sedosos y apetecibles labios.

Shin Hoseok me hacía perder el rumbo entre la locura y la cordura.

▷ ▶ ▷

Me encontraba en clase, tratando nuevamente de prestar atención, pero sin saber cómo mi mirada siempre acababa perdida en él.

Sus ojos tenían algo especial que hipnotizaba, una ligera centella relucía en sus pupilas. Se encontraron con los míos.

— ¿Señorita Kim sabría decirme la respuesta a la ecuación? - preguntó llamando la atención de toda la clase.

Me quedé en blanco, miré a la pizarra y traté de solucionar el problema, pero no sabía.

— ¿5? - dije, sin pensar.

Un suspiro se escapó de sus labios.

— La respuesta es 2.

"Lo mismo que sacará ella en el examen."

Se escuchó de fondo. Bajé la mirada.

— Quién haya dicho eso que inmediatamente salga de clase.

Me defendió, estaba conmovida y avergonzada al mismo tiempo, por lo que no le miré.

— En cuánto a usted... ¿no entiende los ejercicios? - habló dulcemente.

— No profesor... lo siento.

Pasó la mano por su cabello peinandolo hacia atrás, dejando ver como una pequeña gota de sudor descendía lentamente por su cuello.

— Hablaremos al acabar la clase. Continuemos.

Los minutos de aquella última clase seguían pasando, excesivamente despacio de hecho. Traté de apuntar todo lo que había escrito en la pizarra, aunque no lo entendiese.

Hasta que el timbre de salida sonó.

Todos recogieron sus cosas rápido, ansiando el momento de llegar a sus casas, mientras yo desganada intentaba cerrar la mochila después de llenarla de libros y más libros.

· Kpop ReactionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora