El mes estaba de remate trayendo lluvias sin sentido, eran casi las diez de la noche cuando se soltó un aguacero en toda la ciudad, Isabela disfrutaba de su noche acomodando algunas cosas principalmente su colección de ponis una que tiene desde niña, se trajo la mayoría de su casa a regañadientes de su madre que le insistió que una mujer adulta no podía seguir teniendo ese hobby, pero Isabela adoraba el color de cada uno y para ella eso era especial, así que lo mantiene en su departamento en una parte aislada de las miradas. Las flores las llegó acomodando en un florero improvisado con una jarra, era la primera vez que recibe un detalle de ese tipo, así que no tiene ningún florero, miraba de reojo las flores y sonreía.
Terminó y se dispuso a dormir no sin antes volver a mirar las flores de cerca y olerlas, reviso su celular provisional mientras esta el suyo y nota un mensaje, al no estar familiarizada con el sonido no se dio cuenta.
Creo que mi actitud dejo mucho que desear hoy, perdóname Isabela, que pases una linda noche, nos vemos mañana.
Con cariño Braulio.
Leyó el mensaje varias veces sintiendo una pequeña opresión en el pecho una rara combinación de felicidad e incertidumbre, nunca se imaginó recibir un mensaje así de él, pero sonrió por su disculpa, decidió no contestar por la hora por lo que se fue a dormir.
Al día siguiente entra muy ilusionada por la puerta principal y de nuevo se topa en el piso de recepción a las secretarias cuchicheando y mirándola, Isa no les da importancia y rápido sube al quinto piso, al entrar a su oficina se topa con un arreglo de rosas rojas, se acerca y toma la nota.
Me disculpo por mi actitud, me encantaría que aceptaras cenar conmigo esta noche...
Braulio
— Interesante elección de color — la voz de Bruno detrás de ella la hace que deje caer su bolso, esta tan perdida leyendo la nota.
— Perdón, no lo escuche llegar — dice ella intentando levantar su bolsa, pero él la toma antes que ella.
— Hoy iré con Pablo a checar unas locaciones, firmaremos este comercial próximamente — dice entregándole su bolsa y un folder — Por favor revisa que los datos son correctos y hazme cita en los dos lugares que señalo Pablo — se queda callado un momento mirándola como si deseara decir algo, pero solo concluye diciéndole gracias.
— Si, yo me encargo de esto — dice, pero Bruno se ha ido ya.
Isabela mira de nuevo las rosas y la nota en sus manos, no sabe que hacer así que marca el numero de diseño esperando que Xiomara conteste.
— Departamento de diseño....
— Necesito hablar contigo ahora, te veo en el baño... — dice así nada más, Xiomara se queda estática ante su tono de voz, teme que se haya enterado de algo, así que no pierde el tiempo y sale deprisa a los baños del cuarto piso donde siempre se encuentran ya que al ser una zona con poco personal femenino siempre están solos.
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Desde aquel momento 🗒🤍
RomanceIsabela vive enamorada de su jefe desde hace cuatro años, un día toma el valor de confesar su amor con la intención de soltar ese sentimiento y por primera vez en años sentirse libre, lo que ella no esperaba es confesarse al hombre equivocado... I...