Psycho || ʜᴏᴍɪᴄɪᴅᴀʟ ɢᴇɴᴇ

03

Philadelphia

Recorrer toda Filadelfia era algo difícil pero Billy y Freddy conocían casi todos los lugares, siempre salían a caminar y por más que Freddy tuviera su problema eso no era impedimento... llegaban lejos.

Ya era de noche y luego de pasar por una sala de artes Billy y Freddy compraron helados y ahora caminaban por una plaza cercana a su casa.

─ Me agrada pasar el tiempo contigo. - Inmediatamente Billy se arrepintió de haber dicho eso.

Hace varias semanas Billy se comenzó a sentir extraño con su mejor amigo... no era algo malo pero si algo diferente, decía cosas que lo avergonzaba segundos después, observaba de más al menor, esperaba verlo sonreír y lo molestaba mucho más que antes, hacia cualquier cosa para llamar su atención.

─ También me agrada Bill... -Decia como si nada Freddy tomando de su helado. ─ Eres mi primer y único amigo verdadero, no entiendo como me soportas. - rió un poco.

Billy se adelantó de manera rápida frente a Freeman.

─ Eres un increíble... mejor amigo.

Freddy sonrió y bajo la mirada.

─ Billy creo que hay que regresar ya, se hace tarde. - Cambio de tema el rizado. ─ Mamá luego se preocupa... pero ¿podemos descansar? Me siento un tanto cansado.

─ Te llevo? - Pregunto de pronto Billy.

Freddy se sorprendió un poco.

─ Llevar a donde?

─ A casa. - Contestó obvio. ─ Te llevo sobre mi espalda.

Freddy negó con una sonrisa.

─ Esta cerca nuestra casa, pero no tanto. No quiero ser molestia.

─ No sería la primera vez pecas. - Billy podía ser muy terco. ─ Además ni pesas nada.

Freeman no sabía que hacer para hacer cambiar de opinión a su amigo.

─ Eres... desesperante. - Dijo resignandose el de cabellos oscuros.

William sonrió orgulloso y se colocó para que Freddy pudiese subir sobre su espalda.

Freddy también había notado cambios extraños en su hermano adoptivo pero no le molestaba... incluso le gustaba porque nunca se había sentido tan importante para alguien y aunque nunca lo admitiría en voz alta le gustaba la actitud que tenía Billy con él.

•

El viaje sería horriblemente largo pues ir en automóvil lo hacía todo mil veces más incómodo.
Adelantaron la mudanza, se supone que saldrían recién mañana, domingo, pero con la noticia de Joanna facilitaba aún más las cosas por eso adelantaron todo.

Hace como dos horas habían dejado la casa y ya se hacía de noche, llegarían probablemente al día siguiente... muy tarde por cierto.
Los camiones de mudanza seguían el recorrido de los Barber, su ex hogar ahora estaba totalmente deshabitada.