Gerardo| Capítulo 23 [1/2]✝️

55 5 27
                                    

Fernando abrió lentamente los ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fernando abrió lentamente los ojos. El sol le pegaba directo y una brisa soplaba sobre su cara.

Miró hacia todos lados intentando reconocer donde estaba, se recordaba en el hospital, pero ahora estaba en un enorme campo al lado de una carretera.
Sintió un pequeño peso sobre su espalda y unas pequeñas manos cubriéndole los ojos.

—Papá—escuchó una voz de tono dulce e infantil a su lado. Sonrió como si conociera de quién viniera, aunque en su interior no tenía ni la menor idea de por qué estaba pasando esto.

De un momento a otro dejo de sentirse él, su cuerpo trabajaba por si mismo.

—Creo que pronto debemos firmar el divorcio, estamos haciéndole daño a Ana—dijo una muchacha de cabello café, que se encontraba a su lado. Su corazón se estremeció al escuchar esas palabras.

—Raquel no lo entiendes, no es la mejor opción para nuestra hija, yo se que he tenido errores y muy graves pero...—las palabras salieron de su boca sin si quiera pensarlas.

—No Gerardo—ese nombre lo hizo tensarse—. Ya habíamos hablado de eso y no cambiaré de opinión. Podrás ver a tu hija los fines de semana, ese es tu deber como padre y no te lo quitaré nunca.

—Prometí que iba a cambiar, y eso hice, no entiendo por que haces esto—habló claro. Sintió un nudo formarse en su garganta pero su orgullo fue más potente.

—Tu crees que a Anabelle le gusta estar viendo como te tuerces a las tres de la mañana gritando que el diablo te está comiendo. Mi decisión está tomada y no pienso cambiar de opinión.

Entre la pelea de ambos, Anabelle se alejó siguiendo una mariposa que volaba alrededor de ella. No miraba para ningún lado, solo seguía sus instintos de niña.

—Odio que tomes las decisiones sin preguntarme Raquel—dijo en tono frío y firme.

—Ya se había hablado de esto, y aparte no puedes negarme que quieres a la otra—ella giró los ojos cansada y se levantó para ir por su hija, pero él la tomó de la mano y la giró bruscamente.

—No te la llevarás a ningún lado—gritó apretando su muñeca con fuerza.

Ambos escucharon el sonido de un camión de carga a lo lejos, y lo último que pudieron ver al girar su vista fue a su hija parada en medio de la carretera. Corrieron lo más rápido que pudieron, pero cuando llegaron ya era demasiado tarde.

Entonces Fernando entendió todo. Él estaba recordando ese momento de Gerardo, en donde él había perdido a su hija. Le parecía tan real, sentía el dolor apoderarse de todo su cuerpo, su mirada nublandose, mientras caminaba hacia atrás negando con la cabeza.
Llegó un momento en donde dejó de sentir la tierra por donde caminaba. Había caído por un barranco. Todo comenzó a verse en cámara lenta, miró a Gerardo aún parado sobre la tierra, estaba ligeramente inclinado y se reía a carcajadas cínicamente.

Gerardo✝️[Andy Biersack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora