Capítulo 12

221 22 0
                                    

Mi padre

-------------------------

REGIÓN COMÚN, REINO DEL TRÉBOL, ACTUALIDAD


Zora recordaba con todo lujo de detalles cómo habían sido los días previos a la muerte de su padre.

Tenía doce años y vivía en la Región Olvidada del Reino del Trébol. Como todos en aquella zona, era un plebeyo y apenas tenía permitido pisar la capital del Reino sin alguna que otra excusa importante, como el negocio y el comercio. Si no cumplías ese requisito, era muy probable que te arrestasen. Su padre, el hombre del que había heredado casi toda su apariencia, era un nombre que se comportaba como un niño. Le encantaba reír y gastar bromas, y siempre lo animaba a hablar con los demás jóvenes de la aldea en la que vivían. Siempre estaba fuera de casa por su trabajo como Caballero Mágico. Zora recordaba aquello con orgullo. Su padre, Zara Ideale, había sido el primer Caballero Mágico plebeyo en todo el Reino.

Siempre que hablaron, Zara añadía a la conversación alguna broma o le lanzaba uno de sus escarabajos Arco Iris. El único inconveniente que tenía de él era que muchas veces se tomaba las cosas importantes como un juego. Y quizás ese fuera el desencadenta que había convertido a Zora en lo que era actualmente; un desalmado, según muchos, que buscaba a Caballeros Mágicos para vencerlos y comprobar su fuerza. Ojalá fuera solo eso.

Por otra parte, Zora apenas recordaba nada de su madre, solo el suave olor a flores y pan recién hecho que inundaba la ropa guardada en el baúl de la habitación de su padre. Cada vez que le preguntaba a su padre sobre el tema, este le respondía con una sonrisa lo mismo: «una mujer muy hermosa e inteligente de ojos azules». Y Zora siempre le respondía lo mismo: «apenas me has dado información, papá». Todo el amor que Zora había recibido durante su infancia fue gracias al esfuerzo que su padre hizo durante toda su vida. Aún así, guaraba el recuerdo de la mujer que lo engendró en lo más profundo de su cabeza, asegurándose de que nadie cambiase la forma de imaginarla que él tenía.

Pero ni siquiera el conseguir un puesto como Caballero Mágico garantizaba una seguridad digna de un noble teniendo tan poco poder mágico.

El Reino del Trébol, y todos los demás conocidos por el momento, funcionaban gracias a la magia que los magos utilizaban en todo lo que hacían. Desde trabajos importantes como la alaimentación de cientos de personas o de una familia entera hasta la pereza de los nobles para realizar cualquier cosa. Ellos tenían suerte, que controlaban desde su nacimiento su magia y no les hacía falta aprender a controlarla por su habilidad innata. Pero los plebeyos se buscaban la vida aprendiendo a como contrarrestar sus poderes cuando se salieran de madre o cómo utilizarlos de forma adecuada. Además, contaba lo poco que tenían.

Zara había aprovechado esa debilidad para desarrollar lo que él llamaba sus «Trampas Mágicas». Aún si tener mucho poder mágico, si utilizabas de forma correcta el poder con el que había nacido y lo entrebas constantemente, aprendías a predecir los movimientos de tus enemigos. O a provocarlos, como decía él. Nunca lo había visto luchar, pero sospechaba que su padre era el mejor de su generación en dominar a sus enemigos sin hacer uso de una lógica digna de un noble sabelotodo.

Pero ni siquiera eso lo había protegido de su muerte.

Pero ni siquiera eso lo había protegido de su muerte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jugando a las cartas -[Zora Ideale] [BLACK CLOVER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora