capitulo 9

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—Yo... no fue mi culpa... —balbuceó Juliette mientras Jennifer prácticamente la arrastraba hasta el sótano, o el cuarto de tortura como le decía Juliette.

—¿No? ¿Y entonces de quién? —preguntó Jennifer zarandeándola del brazo para que caminara más rápido.

—Vera... Vera agarró mi brazo y...

Jennifer se detuvo en seco, hacia mucho que no castigaba a Vera y por primera vez en su vida le perdonaría ese error a Juliette, soltó su brazo y la miró fijamente.

—¿Segura de que es culpa de Vera?

—Sí —por primera vez Juliette se veía decidida—. Yo sólo estaba llevando el plato a la mesa cuando ella me agarró del brazo y eso me hizo soltar el plato.

—Bien, espero que haya sido así.

—Señorita Jennifer, no se moleste pero ¿Me creerá a mí o a Vera? Porque si me va a castigar prefiero que me lo diga en seguida.

—No Juliette, esta vez te creeré a ti, ahora ve a llamar a las chicas, es hora de comer.

—Si señorita —dijo algo feliz mientras se alejaba de Jennifer y caminaba hasta la habitación.

Mientras las chicas comían en total silencio y Ana cenaba sin importarle para nada en donde estaba su amiga Juliette se disponía a ir a buscar la famosa caja, mientras revisaba por debajo de cada cama intentaba concentrarse en como sería la caja ¿Sería grande? ¿Pequeña? ¿Pesada? No tenía idea de que si quiera existía de verdad.

El cuarto estaba limpio, ni siquiera en los closets había algo extraño, escarbaba por las paredes buscando algún hueco donde pudiera guardarla pero nada, eso comenzó a frustrarla, mientras caminaba de vuelta a la cocina intentó recordar algún lugar, algún sitio en especial que Sunny pudiera mencionarle y que pasó por alto pero fue inútil, su cerebro estaba demasiado agotado como para seguir pensando en eso.

La cena que Danna tardó tanto en preparar para Jonas se había ganado el puesto número uno como el alimento más asqueroso que él había probado en su vida, el pollo estaba quemado y salado, la ensalada estaba simple y sin aderezo y el puré de papa sabía a jabón para lavar platos, Jonas miraba el plato bajo la atenta mirada de Danna, quien se había negado a comer.

—Está... bien —dijo él antes de atragantarse con agua.

—¿Seguro que te gusta? —preguntó ella con una sonrisa.

—Sí...

—Jonas ¿Por qué ya no me quieres?

—Ya vas a comenzar —murmuró el agotado hombre.

—En serio estoy preocupada —insistió ella sentándose a su lado en su pequeña mesa de comedor—. El anillo que me diste hace tres años aún sigue en mi dedo pero... parece que esto es lo único que me enlaza a ti.

—Danna, en serio no estoy de humor para esto —Jonas arrojó los cubiertos sobre la mesa—. Sólo quiero comer en paz.

—Pero Jonas, debemos hablar de esto, hoy... —Danna sonrió de la nada—. Hoy estuve viendo vestidos de novia.

Eso le causó cierta presión a Jonas, no quiere eso, ya no desea eso en absoluto.

—Danna, no quiero que hagas eso, no presiones.

—Es la única forma en que puedo lograr que me mires –dijo ella agarrando el brazo del hombre y apretándolo para llamar su atención—. Quiero casarme, quiero casarme contigo...

—¿No lo ves, cierto? —Preguntó Jonas con algo de fastidio—. Ya entre nosotros no hay nada, Danna, absolutamente nada.

—No digas eso Jonas, sé que desde que sucedió lo de June tú no has sido el hombre más feliz del mundo pero necesitas superarlo.

—¿Superar? ¿Superar qué? —Jonas se giró furioso—. ¿Superar que por tu culpa perdimos a nuestro bebé? ¿Eso quieres decir?

—¡No tienes que decirlo en ese tono! —Gritó ella—. ¡No fue mi culpa! ¡Tú me ibas a dejar estando embarazada!

—¡¿De dónde diablos sacaste algo así?! —Gritó Jonas alejándose de la mujer y caminando hacia su habitación—. ¡Sólo sacas excusas para no admitir tu culpa!

—¡Fue tu culpa Jonas! ¡Tú me obligaste a...!

Pero Jonas no deseaba escuchar más de esa conversación, simplemente cerró la puerta de golpe y se encerró con llave para respirar mejor, Danna lo había logrado, había logrado romper su coraza de indiferencia para mostrarle sus verdaderos sentimientos, la odiaba, así no quiera admitírselo a ella, en el fondo Jonas la odiaba.

Vera no fue a la habitación en toda la noche y cuando apareció en la mañana estaba callada y algo asustada, eso hizo sentir culpable a Juliette, pero en parte la tranquilizó ya que si no era ella era Vera y tenía que defenderse a como diera lugar, mientras barría las hojas de la entrada las adolescentes brincaban haciendo ejercicio completamente sudadas un suave recuerdo atravesó su cerebro.

Una vez vinieron los padres a visitar a las chicas y Sunny estaba triste ya que su madre estaba muerta, Juliette intentó consolarla diciéndole que al menos sabía que su madre estaba descansando, Juliette desde que fue llevada a ese lugar no volvió a saber nada de sus padres, Sunny y Juliette se quedaron sentadas al lado del árbol más grande de la parte trasera del lugar prometiéndose a sí mismas que ellas serian familia de ahora en adelante, dos par de hermanas dispuestas a defenderse, eso provocó lágrimas en Juliette, lágrimas que rápidamente limpió y prácticamente corrió hasta el patio, pasando por medio del pequeño espacio entre una pared y un enorme arbusto para no tener que entrar al edificio.

Cuando llegó al patio se dirigió con mucho sigilo hasta el árbol y comenzó a pisar la tierra buscando algún bulto o un espacio de tierra que hubiera sido movida, cuando sintió el pequeño bulto de tierra su corazón dio un brinco y empezó a sudar, respiró profundo y comenzó a escarbar con la punta de su zapato, después lo pensó dos veces, si la sacaba a esa hora todos se darían cuenta, debía esperar a la noche, que todo estuviera solo y oscuro para sacarla.

Jonas antes de ir a ver si Juliette le tenía alguna información decidió buscar datos sobre sus padres, aún estaba batallando con si mismo sobre si decirle a la señorita Juliette sobre sus muertes o si preguntarle a la directora primero si ella lo sabía, después de pensarlo mejor logró idear algo para sacar información, le preguntaría a Juliette sobre sus padres, sobre todo cuando se dio cuenta de que no había nada acerca de los señores Donovan, ni siquiera un registro, eso sí que es extraño ¿Cómo es posible que Juliette si tuviera un registro y sus padres no? Eso no era normal.

Caminaba decidido hasta la oficina de su tío para buscar respuesta, mientras saludaba a todos los policías de la estación por alguna razón algo cambió en él y sus compañeras lo notaron, normalmente Jonas pasaba a su lado y se quedaba un rato mirándoles el trasero pero esta vez no fue así, solo las saludó con una sonrisa y pasó por su lado como si nada, cuando llegó a la oficina de su tío se encontró con un Sean muy molesto.

—Danna me llamó anoche —le avisó sin siquiera saludarlo.

—¿Por qué le contestas las llamadas? —preguntó Jonas sentándose frente a él.

—porque su insistencia me perturba y me molesta, en serio Jonas ¿Qué diablos haces con esa mujer? ¿Qué esperas para largarte de esa casa?

—El ascenso, eso espero.

—Si sigues así esa mujer te enloquecerá más de lo que ya te tiene y de paso me enloquecerá a mí.

—Sólo ignórala, ahora trata de culparme por la muerte de la bebé y... eso me molesta mucho.

—En fin, sé que no viniste aquí como visita social ¿Qué quieres?

—¿Qué sabes acerca de Cory Donovan?

—¿Quién? —preguntó su tío con total confusión.

—Cory Donovan.

—No tengo idea de quien me hablas —dijo el hombre negando con la cabeza—. ¿Es relevante para la investigación del reformatorio?

—No pero...

—¿Pero? —su tío lo miró con cierto interés.

—Hay una chica.

Sean levantó las cejas y una sonrisa se le dibujó en su rostro, su sobrino interesado en una chica, eso sí que era interesante, sobretodo por Danna.

El secreto de JulietteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora