—¡¿Qué?! ¡Oh por Dios! ¡Eso no puede ser! —La mujer soltó el látigo y corrió hacia la puerta—. ¿El policía ya se fue?
—Si señora, ya se fue —dijo Ana mientras la directora y Jennifer caminaban hacia la puerta.
—Jules, hoy dormirás afuera —le ordenó Jennifer a la joven mirándola con odio.
Juliette apenas si se podía colocar de pie, su espalda le dolía, el dolor que sentía su cuerpo era intolerable, apenas si podía consigo misma, como pudo se colocó la camisa del uniforme pero apenas la tela tocó su carne abierta un gemido de dolor salió de su boca, con sus manos temblorosas cerró sus botones y sin meter su camisa dentro su falda caminó hasta la salida.
Estaba lloviendo a cantaros y esas gotas de agua gruesas y pesadas caían con fuerza contra su espalda obligándola gritar de dolor, se disponía a esconderse debajo de un árbol pero se detuvo cuando sintió unos pasos cerca de ella chocando con fuerza contra el suelo mojado.
—¡Juliette!
Era Jonas.
—¡Juliette, ven conmigo! —gritó él a través de la lluvia deteniéndola.
—Pe... pero no puedo...
—Te vas a enfermar, vámonos.
—No podemos salir, la puerta está cerrada.
—Yo hice una salida, ven conmigo por favor —le pidió él agarrando su rostro entre sus manos.
—Está bien...
Dentro del edificio Eva había sacado todos sus dotes de actriz, se rodeó de todas las pastillas que encontró en el botiquín de primeros auxilios y se metió unas en la boca para entretener a todas mientras el detective saca a Juliette del reformatorio, fue un trato que hizo con el policía, ella lo ayudaba a sacar a Juliette del reformatorio y él la ayudaría a salir de ese lugar, mientras intentaba vomitar frente a la directora y Jennifer, quienes la miraban con pena, Eva sonreía para sus adentros, ella solo deseaba que el detective enviara a la cárcel a esas mujeres y hacerlas pagar por ser tan malditas.
Jonas había prácticamente arruinado el arbusto de un lado del edificio para hacer una salida improvisada, ayudó a Juliette a salir de ese horrible lugar sosteniendo su mano y prácticamente arrastrándola hacia la salida, su plan de dormir en su auto estaba arruinado, ahora debía llevarla a un lugar para secarla y curar sus heridas.
Juliette se detuvo para mirar la enorme camioneta que estaba escondida detrás de los arbustos, nunca había visto un auto así de grande, después de que él abriera la puerta ella subió pero no apoyó su espalda al asiento por el dolor, Jonas manejó hacia el motel más alejado del lugar y también el más limpio que conocía, detuvo el auto un momento dentro del sitio y miró a Juliette.
—Espera un momento —le pidió antes de bajarse del auto.
Ella lo observó alejarse y hablar con un hombre asiático en una pequeña caseta al lado de la entrada.
—Señor Jonas, tiempo sin verlo —lo saludó el hombre.
—Señor Long, necesito una habitación para toda la noche y un botiquín de primeros auxilios.
—¿En qué problema estás metido ahora muchacho? ¿Danna te volvió a partir la cabeza? —preguntó el hombre con diversión mientras le entregaba una llave con un numero colgado.
—No, gracias a Dios.
—Que bueno, al menos —dijo el hombre recibiéndole el dinero y entregándole el letrero de "ocupado" para la puerta.
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El secreto de Juliette
Misterio / SuspensoUn asesinato ha ocurrido en el reformatorio para jóvenes rebeldes de Scottwon, ningún testigo, casi ninguna prueba y ningún sospechoso posible meterán en una encrucijada a el detective Jonas O'Connor, quien tendrá que desentrañar los secretos del "m...