El secreto de Juliette

capitulo 21

Por alguna extraña razón las empleadas estaban particularmente amables con Juliette, como si no hubiera pasado absolutamente nada, mientras pelaba papas con Vera y Ana estas comenzaron a hablar acerca de Seth.

—¿Entonces te invitó a salir? —le preguntó Vera a Ana.

—Sí, pero aún no se si quiera ir.

—¡¿Por qué?!

—Porque hace poco terminé con Noeh y no quiero parecer fácil.

—Ana —le habló Vera con fuerza—. Noeh te engañó con una cajera, así que estas en todo tu derecho a salir con quien quieras.

—¿Tú qué dices Jules? ¿Acepto salir con él?

—Me parece que es un buen muchacho y se verían muy bien juntos —le respondió Juliette muy amable.

—¡Lo ves! ¡Tienes que salir con él!

—Lo pensaré.

—¿Dónde está Jennifer? Necesito que pruebe este guiso —dijo Vera mirando hacia todos lados—. Juliette ¿Puedes ir a buscarla? Si descuido esto se quemará.

—Sí claro, ya vengo.

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Jonas conducía completamente perdido por lo que veía en la carretera, hombres con raros sombreros y vestidos casi como de época, mujeres con largos vestidos y extraños gorros, trataba de imaginarse a Juliette vestida así y esa imagen lo perturbó, era casi como si fuera una monja y él, ciertamente prefería verla vestida de otra forma, después de un momento detuvo la camioneta al lado de un hombre en una carretilla impulsada por un caballo para pedir indicaciones.

—Disculpe ¿Me puede ayudar? —preguntó Jonas llamando la atención del hombre.

—Si claro ¿Qué sucede? —preguntó el muchacho acercándose al auto.

—Estoy buscando la granja de los Donovan ¿Sabe dónde es?

El muchacho lo miró confundido.

—¿Los Donovan? ¿Para qué la busca?

—Estoy haciendo una investigación.

El muchacho pareció pensarlo dos veces antes de darle indicaciones.

—¿Ve ese granero de allá? Tres graneros después, ahí está un letrero con el nombre "Donovan"

—Perfecto, gracias —le dijo el detective mientras colocaba a andar la camioneta.

Cuando visualizó el letrero detuvo el auto a un lado de la carretera para observar el panorama, era una casa enorme, abandonada obviamente y algo dañada, caminó unos pasos y se acercó a la pequeña reja de madera que impedía la entrada, a cada lado de la casa había una espesa maleza y monte y a un lado una carreta dañada rodeada de más maleza y lagartijas.

—Disculpe extranjero —habló un anciano detrás de él—. ¿Qué hace un hombre como usted en un lugar como este?

—Yo vine a investigar que le sucedió a los Donovan, soy policía —le mostró su placa oculta en su blazer—. Pero su información no está en el registro.

—Y no tiene por qué estar ahí, los policías no vienen acá muy seguido y los registros son voluntarios.

—¿Sabe qué les sucedió? —preguntó Jonas mirando al anciano quitarse su sombrero.

—¿Ha notado usted que todas las casas tienen granero menos esta? —Jonas asintió con la cabeza—. Fue un terrible incendio.

—¿Incendio?