No mueras

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Dedicado a todos aquellos que han estado hospitalizados, de su fortaleza he aprendido cosas que nunca terminaré de agradecerles.

Capítulo 5. No mueras.

¿Cómo pudieron descuidarse tanto? Sakura abandonó el combate en cuanto vio que Hinata fue herida. Su compañera estaba inconsciente, Kaname estaba intentando parar el sangrado en el costado de la chica con sus manos y no paraba de gritar. Ella lo hizo a un lado. Naruto tuvo un descontrol de sus emociones, de modo que el Kyuubi dejó asomar una cola, el resto de los enemigos estuvieron fuera de combate en cuestión de segundos.

La situación era mala. La espada laceró hígado y riñón, dos órganos vitales, milagrosamente no dañó intestino también. El sangrado era su mayor problema. Posó sus manos en ambos puntos para intentar contenerlo... era demasiado abundante. Ahí donde estaba no contaba con sangre ni líquidos para reponer las pérdidas, inconsciente como estaba tampoco podía administrarle píldoras. Su corazón había aumentado la frecuencia de los latidos para mantener un flujo sanguíneo efectivo, pero tarde o temprano se cansaría; y considerando que ya tenía antecedente de lesión cardiaca, podría ser en cualquier momento. Si Hinata caía en shock hipovolémico iba a ser muy difícil sacarla de ahí, ¡mierda!, ¡mierda!, ¡mierda! Incrementó la cantidad de chakra en su técnica médica, el verde esmeralda de su chakra iluminó el claro.

Sai comprobó que la espada usada no estaba envenenada. Pero ella podía saber por el daño en los tejidos que la hoja había estado cargada con chakra. Una persona común habría muerto de inmediato, si el herido fuese Kaname en su lugar, Sakura no habría tenido oportunidad de usar ninjutsu médico. Naruto estaba histérico, gritándole al objetivo que eso no habría pasado si se hubiese apegado al plan.

—Déjalo, Naruto, sabes que no fue su culpa. Sólo me estorbas cuando te pones así. —Lo regañó Sakura. No necesitaban que el objetivo también entrara en otro tipo de shock. Podía sentir el sudor deslizarse por su frente, sacudió la cabeza para que no le cayera en los ojos. El estúpido sangrado no se controlaba.

Hinata tosió sangre y Sakura maldijo por lo bajo. Eso sólo podía ser un tercer punto de sangrado que no había identificado, al menos no parecía ser abundante, los que ponían en peligro su vida seguían siendo los que estaba tratando. Su compañera entreabrió los ojos. Bien, era algo bueno que hubiese recuperado la consciencia. Le gritó a Sai que trajera su bolsa y le indicó cuáles píldoras necesitaba. Le pidió a Hinata que las masticara, la chica lo hizo con dificultad. Tosió otra vez y escupió la mitad, esta vez hubo menor cantidad de sangre. La hizo masticar más píldoras sin detener la labor en su costado.

—Está... muy mal... ¿verdad? —Dijo entrecortadamente.

—Todo va a estar bien. —Aseguró ella. Pero mentalmente maldijo a todos los hígados porque casi sangraban sólo con mirarlos. Un tenue brillo plateado se unió al brillo de su propio chakra. Sakura sabía lo que era eso, pero era increíble que pudiera hacerlo de esa forma, recordaba que en alguna ocasión Kakashi les dijo que los Hyuuga podían controlar chakra con cada poro de su piel. Hinata estaba intentando cerrar la herida desde adentro; tosió nuevamente y el brillo plateado desapareció. Estaba demasiado débil. —Está bien. —Reafirmó Sakura.

—La noche... está hermosa... —Murmuró ella.

—Sí, lo está. —Contestó Sakura, sin molestarse en comprobarlo.

—No hables, Hinata-chan, Sakura-chan siempre dice que es malo hablar cuando uno sangra tanto. —Pidió Naruto mortificado.

El riñón ya estaba controlado. El hígado ya casi estaba. Tenía que controlarlo por completo para empezar a cerrar los otros tejidos. Esto era apenas un control de daños, su compañera necesitaba cirugía. Todavía estaban como a dos días de Konoha. Si era objetiva los números no eran buenos.

Hechizo NocturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora