Capítulo 6. Pronóstico Incierto.
Shikamaru Nara veía la pila de papeles con desgano. Justo acababa de ordenarlos todos por importancia y ahora se disponía a revisar que los contratos de los shinobi de élite de la aldea estuviesen actualizados por algo de que la Hokage no quería más reclamos por pagarles de menos. Así que la siguiente pila de papeles era la que contenía lo que otras aldeas pagaban por misiones similares a las completadas por sus colegas, ni idea de cómo habían conseguido esa información. La Hokage se las ingenió para transferirlo a su oficina sin que él lo solicitara y lo comisionó con actualizar el sistema de pagos de la aldea a tarifas estándares. Sabía que era algo que se tenía que hacer pero... le daba pereza. Maldita la hora en la que descubrieron que era un genio.
Como Tsunade no lo quería de holgazán, hicieron espacio para una mesa en la propia oficina de la Hokage con el objetivo de estar supervisando sus progresos. Suspiró resignado. Naruto quería el trabajo de Hokage porque no sabía el fastidio que era. Pero él no le diría nada pues en verdad quería que el rubio obtuviese el puesto en un futuro.
Bostezó y se desperezó sin importarle el mundo. Estaba por levantarse para prepararse un café cuando la puerta de la oficina se abrió y un desaliñado Neji Hyuuga entró apresurado. Parecía que venía regresando del mismísimo infierno. A Shikamaru eso le llamó la atención porque el Hyuuga era famoso por el porte inmaculado que siempre se cargaba. El chico hizo las reverencias acostumbradas y comenzó a hablar a una velocidad que hasta al propio Shikamaru le costaba trabajo seguir.
Luego todo se fue al carajo. Sus dos pilas de papeles se fueron al carajo y sintió que le iba a dar algo al pensar que todo su trabajo había sido en vano. ¡Todos los papeles revoloteaban en la oficina! Y claro, en el centro de todo eso estaba Naruto, que por alguna estúpida razón se apareció en el medio de la sala en vez de usar la puta puerta. Iba a gritarle pero se contuvo al ver que también parecía venir regresando del infierno, y no parecía de buen humor para nada.
—Tenga un buen día, Kazekage-sama. —Habló mordazmente. —¿No se te pudo ocurrir nada mejor? —Aventó de mala manera un rollo de pergamino al escritorio de la Hokage. —Ahí tienes tu estúpido Igualmente, Hokage-sama. Si ya te aburriste de ser Hokage y no quieres hacer tu trabajo, hazte a un lado y yo me encargo.
Mierda. Shikamaru esperaba que la Hokage estallara de ira pero no pasó nada. Naruto terminó de hablar y desapareció así como entró. Y Neji resumió su reporte a la misma velocidad que antes, como si nunca los hubiesen interrumpido; hizo una reverencia y salió de ahí a toda prisa sin molestarse en recoger el cheque con su paga. La Hokage estalló en risas. Shikamaru sudó frío. Todos estaban locos.
Shizune le explicó que Neji Hyuuga completó una misión rango A con tiempo estimado de dos semanas en tres días; y que Naruto realizó un viaje de ida y vuelta a Suna en veinticuatro horas. Shikamaru, por su parte, decidió que no quería enterarse de los detalles y se dispuso a ir por su café.
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Tsunade y Sanae le explicaron lo que sucedería los siguientes días. La iban a dejar en el hospital una semana, pegada a un monitor que registrara los cambios en la función de su corazón, luego le iban a hacer más estudios y exámenes físicos; y después de todo eso dirían qué iba a pasar con ella.
Fueron muy claras al decirle que su carrera como kunoichi bien podía estar acabada. Antes, en las Montañas, su hermana San la examinó y le dijo que tenía un corazón débil. Ella ya lo sabía. Que eso significaba que no podía lastimarse de gravedad y bajo ninguna circunstancia. Y Hinata procuró ser cuidadosa cada segundo mientras estaba de misión pero...
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Hechizo Nocturno
FanfictionEl Clan Hyuuga necesita cambios inminentes. Un Byakugan especial camina nuevamente entre ellos pero no pueden verlo. Hinata ha recibido un entrenamiento especial y está dispuesta a hacerse a un lado para que todo mejore, sin embargo, una misión en c...